Agenda global

Crece la alerta por la crisis de los sistemas de salud en todo el mundo

La pandemia del Covid 19 hirió de muerte a los sistemas de salud en todo el mundo, dejando a la industria en las puertas de una recesión global que podría profundizar su caída con futuras crisis. Los conflictos bélicos y el cambio climático complican aún más la situación.

Crece la alerta por la crisis de los sistemas de salud en todo el mundo

Según un reciente informe realizado por “Healthcare Horizons” (KPMG) los sistemas de todo el mundo, desde los servicios de salud financiados por los gobiernos hasta los modelos privatizados basados en seguros, “se enfrentan a potenciales crisis que requieren nuevos y creativos abordajes”.

Previo a la aparición del Covid 19, la oferta y el bienestar de trabajadores y trabajadoras, el aumento de la demanda de servicios debido al envejecimiento y crecimiento de las poblaciones y el incremento de enfermedades no transmisibles ya desafiaban a los sistemas sanitarios vigentes.

Según el trabajo elaborado por KPMG, el horizonte es aún menos alentador. Esta investigación multidisciplinaria destaca que la pandemia fue, probablemente, solo la primera de varias olas sucesivas de crisis que se espera golpeen a la industria como una recesión global, propiciada por el coronavirus, la inestabilidad geopolítica y los desastres causados por el cambio climático, entre otros factores.

En este marco, los ojos de Occidente se posan en el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, donde médicos residentes, que representan casi la mitad de la fuerza laboral del sistema sanitario estatal, iniciaron la huelga más larga en la historia del NHS, afectando a más de 1,2 millones de turnos y tratamientos.

Reino Unido: histórica huelga de los médicos residentes - Diario Hoy En la noticia

A la precarización laboral y la conflictividad gremial, se suman listas de espera que superan los 7 millones de pacientes, que aguardan meses o años para recibir un tratamiento. Inglaterra tiene uno de los peores índices de supervivencia de cáncer y accidentes cardio-vasculares entre los países más desarrollados, la desigualdad entre regiones y estratos sociales es alarmante y la expectativa de vida no mejoró en los últimos 10 años.

“Desde su origen, el NHS fue la institución nacional más amada por los británicos, la que nos consolaba de todos los otros problemas que teníamos como sociedad. El amor sigue, pero el NHS está agonizando”, dijo al matutino The Guardian, la médica y escritora Rachel Clarke.

Otros países europeos, como España, cuyos centros de salud no dan abasto para atender la epidemia estacional de virus respiratorios, los sistemas de salud que otrora brillaban en relación a otras partes del mundo fueron socavados por la influencia de la pandemia y otros factores como la guerra y el cambio climático, que profundizaron un devenir en caída libre.

En 2023, una protesta encabezada por la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), congregó cerca de medio millón de personas que pidieron “más recursos” al Gobierno autonómico de Madrid, acusado de favorecer a los prestadores privados en detrimento del sistema público de salud.

A fines del mismo año, unas 3.000 personas que trabajan en el ámbito sanitario catalán salieron a la calle en dos manifestaciones para reclamar mejoras laborales y protestar por la firma del preacuerdo de condiciones de trabajo del Instituto Catalán de la Salud (ICS).

Trabajadores médicos protestan en Madrid | Independent Español

En la Argentina, en tanto, el sistema sanitario se vio afectado tras la pandemia al igual que en todo el mundo, sumergiéndose progresivamente en una crisis agravada por la suma de copagos, aumentos siderales en prepagas, largas esperas para obtener un turno y la falta de especialistas e insumos.

“A este escenario mundial no es ajeno lo que puede pasar en la Argentina donde el sistema de salud tiene múltiples temas pendientes de resolución desde las prestaciones, costos, financiamiento y la mejora de la coordinación de sus tres sistemas: el público, el privado y el de obras sociales. Hay mucho por hacer sobre todo en transformación del sistema a plataformas tecnológicas que permitan agilizar la atención y transparentar la gestión”, advertía Rodolfo Canese, socio líder de Salud y Farmacéutica de KPMG Argentina.

Los médicos, residentes, enfermeros y todo el personal de salud de Argentina ven como la degradación de sus salarios y condiciones de trabajo aleja la posibilidad de vivir de su profesión en condiciones dignas. El personal que sostuvo durante la pandemia la vida de millones de argentinos y argentinas viene de una serie de protestas y medidas de fuerza que ponen de manifiesto la grave situación que atraviesa el sector. Los profesionales no sólo hacen hincapié en reclamos salariales y contractuales, sino también en denuncias que cuestionan la perspectiva integral de un sistema de salud que debe abordar a más pacientes de los que puede atender.

A fines de 2023, las asociaciones de médicos cardiólogos, prestadores del área de la salud y cámaras de proveedores de insumos médicos, emitieron un comunicado y fueron recibidos por el Gobierno Nacional. Planteaban la escasez de insumos médicos en hospitales, clínicas, sanatorios y centros de diagnóstico y tratamiento, una situación que impacta en la gran mayoría de las especializaciones como gastroenterología, odontología, oftalmología y hasta las tomografías y otras áreas de diagnóstico.

A salarios promedio que no alcanzan a cubrir la canasta básica de una familia, se suma la cuestión de género. Las mujeres ganan hasta 3 veces menos que los varones en el ámbito de la gastroenterología y tienen menos acceso a roles de liderazgo y a especialidades médicas, a la vez que casi la mitad de las profesionales denunció haber tenido episodios de discriminación, según un estudio realizado por la Fundación GEDYT, una organización sin fines de lucro que contribuye al acceso equitativo a la salud digestiva.

Pocas mujeres en altos cargos en salud y hasta tres veces menos salario Foto Archivo

En el resto de Latinoamérica y el Caribe, la pandemia también puso en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone una inversión del 6% del PBI en materia de salud, el promedio ronda apenas un 3,8%. Sólo Argentina, Cuba, Costa Rica y Uruguay cumplen en cierta medida con lo aconsejado por OMS.

Además del subfinanciamiento, las principales características de los sistemas sanitarios de la región es la segmentación y fragmentación, según destacó María Luisa Marinho, Oficial de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Esta segmentación entre salud pública, privada y de seguridad social carece de organización y coordinación entre los distintos niveles, lo que según Marinho, acarrea problemáticas de desigualdad.

La CEPAL destaca “la importancia de mejorar la capacidad de los países de la región para diseñar, adaptar e implementar estrategias y políticas orientadas a avanzar hacia sistemas de salud universales, integrales, sostenibles y resilientes, para cumplir con la Agenda 2030 y enfrentar de mejor manera eventos catastróficos de diversa naturaleza creciente”.

El desafío global está basado en los esfuerzos de recuperación y desarrollo sostenible de los sistemas de salud para superar la situación depresiva. Según la National Library of Medicine de los Estados Unidos, “la transformación de los sistemas de salud debe basarse en la adopción de un modelo integral de atención”.

Las afirmaciones de la Biblioteca Nacional de Medicina estadounidense se corroboran en la necesaria respuesta que debieron dar los diferentes gobiernos del mundo frente a la pandemia de Covid 19 a través de políticas públicas. Subsidios a la industria y los servicios, restricciones a la circulación, creación de centros sanitarios, desarrollo de insumos, campañas masivas de testeos y vacunación, refuerzos a pensiones y salarios, y muchas otras medidas permitieron morigerar los efectos de la pandemia mediante la intervención estatal.

Especialistas de todo el mundo convocan a no sólo fortalecer aspectos estructurales de la salud sino también a reducir las vulnerabilidades, sobre todo en la atención primaria, y así consolidar una preparación para dar respuesta a futuras crisis.