
El niño, llamado Tinotenda Pudu, desapareció de la zona de Marindi, en el norte del país, el viernes, según informó la Autoridad de Gestión de Parques y Fauna (ZimParks) en un comunicado.
La Policía, los guardabosques y la comunidad local participaron en las labores de rescate dentro del Parque Nacional de Matusadona.
Pero la pesquisa se dificultó por las fuertes lluvias, que alteraron las huellas.
Sin embargo, el lunes se descubrieron huellas en la zona del valle de Sakata y, al día siguiente, ayer, lo encontraron.
Pudu sobrevivió a la terrible experiencia comiendo fruta silvestre y cavando hoyos en busca de agua en la orilla de un río seco, una técnica habitual en las zonas propensas a la sequía.
La comunidad local de Nyaminyami tocaba tambores cada noche con la esperanza de que el niño perdido oyera el sonido.
Sin embargo, sus esfuerzos fueron infructuosos.
Fueron los guardas del parque quienes lo localizaron, cerca de donde encontraron “pequeñas huellas humanas frescas”.
Se cree que Matusadona, que se convirtió en parque nacional en 1975, alberga unos 40 leones.
Allí también viven elefantes, búfalos, hipopótamos e impalas.
Tras el rescate, Pudu fue trasladado a una clínica local para realizarle los exámenes preliminares y posteriormente fue trasladado a un hospital para una evaluación médica más exhaustiva.