La iniciativa buscará generar nuevos emprendimientos o mejoras de los servicios que brindan las empresas de tecnología, con beneficios que se otorgarán en forma segmentada. Podrán adherir las empresas constituidas en la Argentina o habilitadas a trabajar en el país.
Las actividades comprendidas son la industria del software; la producción audiovisual en formato digital; la biotecnología, bioinformática e ingeniería genética; nanotecnología y nanociencia; industria aeroespacial y satelital; e ingeniería para la industria nuclear.
La Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi) consideró un paso “alentador” a la sanción de la norma, aunque señaló que restan “puntos importantes que deberán ser tenidos en cuenta” a la hora de la reglamentación.
La iniciativa contó con el respaldo del Frente de Todos y de los interbloques provinciales -Unidad para el Desarrollo, Federal y Movimiento Popular Neuquino-, que sumaron 133; en tanto que 88 integrantes de Juntos por el Cambio se abstuvieron.
El proyecto original había sido aprobado por Diputados en junio y luego modificado por el Senado, por lo que la semana pasada regresó a la Cámara baja para su sanción definitiva con la aceptación de las modificaciones introducidas al texto.
La principal diferencia entre ambas sanciones radicaba fundamentalmente en el escalonamiento de los beneficios a las empresas según su volumen, ya sean grandes, medianas o pequeñas.