Policiales

Un policía porteño identificó al efectivo que “plantó” un arma en el auto de Lucas González

Un principal de la Policía de la Ciudad acusado de encubrimiento en el juicio por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años atacado a tiros junto a tres amigos en 2021 en el barrio porteño de Barracas, declaró que otro de los efectivos imputados de haber disparado fue quien plantó el arma que se secuestró en el auto en el que iban las víctimas. Además, involucró al subcomisario Roberto Orlando Inca.

Héctor Claudio Cuevas declaró ante Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 que vio al oficial Gabriel Alejandro Issasi vestido de civil cuando “tira el arma” en la parte trasera del vehículo, luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca, le indicó “anda a poner eso”.

Cuevas contó que él estaba en la escena del crimen cuando vio llegar a Inca primero e impartir indicaciones a los otros efectivos allí presentes, tras lo cual, arribó un oficial de apellido “Torres” en una moto y junto a un hombre vestido de civil y con “gorrita blanca”.

Según el declarante, esta persona va a hablar con Inca, que estaba cerca suyo, y escuchó cuando el subcomisario le dijo “andá a poner eso”.

Luego, la misma persona se acercó hasta la parte trasera del Volkswagen Suran, en el iban Lucas, junto a sus amigos Julián Salas, Joaquín Zuñiga, y Niven Huanca, que estaba abierto y “tira el arma”.

“Yo entré en pánico, pensé en mi familia, en mis hijos…”, recordó Cuevas, quien explicó que no declaró esto antes por miedo.

A su vez, el principal aclaró que recién cuando vio “en las noticias” a los primeros detenidos reconoció a Issasi como la persona vestida de civil que tiró el arma.

“Lo que hicieron es una locura”, añadió Cuevas, quien al momento de declarar lo hizo sin la presencia en el recinto de los demás policías acusados.

Ante la declaración de Cuevas, tanto Dalbón como el fiscal Guillermo De la Fuente plantearon que se solicite a la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido.

“Fue muy importante porque lo que acaba de decir (Cuevas) es que no fue un loquito que tiró. Sino que dijo tener miedo por su familia porque como lo asesinaron a Lucas, lo pueden asesinar a él”, señaló a la prensa el abogado Dalbón.

Para el letrado, “el complot del encubrimiento ha quedado absolutamente probado” porque Cuevas “dijo quién le colocó el arma, cómo la fueron a buscar el arma, cómo la trajeron y como la introdujeron en el auto”.

El caso de Lucas González

El crimen del jugador de las divisiones inferiores del club Barracas Central fue cometido el 17 de noviembre de 2021 cuando iba junto a sus amigos a bordo de un Volkswagen Suran que fue interceptado por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse.

Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.

De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que “plantaron” un arma en el auto de las víctimas.

A los tres miembros de la Brigada la Justicia les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.

Además, enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.

En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.