La nave cumplió diferentes funciones en el tiempo: Entre 1877 y 1880 fue buque escuela de la Armada Argentina y participó de varias misiones de observación y estudio en las costas del Sur argentino, entre ellas, de la exploración de Tierra del Fuego. La expedición se enmarcó en un contexto en el que la Patagonia era considerada inhóspita y la única forma de llegar allí era por agua. Además, en 1903 obtuvo reconocimiento internacional cuando, al mando del capitán Julián Irízar, arribó a la Antártida para rescatar integrantes de una expedición sueca cuyo buque, el “Antartic”, había naufragado en los hielos del Polo Sur. Años después, en la década del 50 luego de pasar a condición de buque radiado, la corbeta recibió por ley nacional el galardón de “Expedicionarios al Polo Sur probúsqueda del Antarctic”, distinción que también recibieron los miembros de la tripulación que aún vivían. En 1955 el buque fue reincorporado a la Marina de Guerra como Museo Naval, en 1967 fue declarado Monumento Histórico Nacional y, hoy en día, forma parte de circuitos culturales como “La Noche de los Museos”.
Un museo a flote: la corbeta ARA “Uruguay”
Construido en Inglaterra en 1874, es el buque a flote más antiguo de la Argentina. Desde 1960 cumple la función de museo y en la actualidad se encuentra amarrado en el barrio porteño de Puerto Madero.