50 años de la conquista lunar

Un gran paso para la Humanidad

El hombre llegó a la Luna como consecuencia de una Guerra Fría que enfrentó a Estados Unidos y la Unión Soviética por cuarenta años.

Las dos potencias compitieron en una carrera espacial para ver quién tenía mayor capacidad científica y tecnológica. Y porque consideraban que el Espacio y particularmente la Luna sería el escenario de una nueva guerra.

La URSS ganó en el primer momento. Logró lanzar el primer satélite, el primer ser vivo, la perra Laika, el primer hombre, Yuri Gagaron, y la primera mujer, Valentina Tereshkova.

Ambos pensaban que quien llegara a la Luna podría reclamar ese territorio como había ocurrido con los Conquistadores. Poco antes, los militares de las dos potencias habían elaborado planes para construir bases militares en la Luna desde donde atacar al enemigo.

Aunque, accidentes, cohetes que no alcanzaban a despegar, aterrizajes fallidos o astronautas perdidos en el espacio, eran Secretos de Estado. Estadounidenses y soviéticos se jugaban el prestigio de su país en cada misión.

El anuncio del 19 de agosto de 1968, de que el Apolo-8 volaría hacia la Luna, cayó como una bomba neutrónica en la URSS. Los soviéticos respondieron de inmediato con el lanzamiento desde la base de Baikonur, del Zond-5.

Todo estaba preparado para enviar al primer hombre a la Luna. La puja era encarnizada, y fue la NASA la que llegó antes. El 16 de julio de 1969 a las 15:32, hora de la Florida, fue lanzada la misión Apolo 11 con Neil Armstrong como el comandante, Michael Collins, como el piloto del Módulo de Mando y Edwin Aldrin, como el piloto del Módulo Lunar.

Llegaron a viajar a 45.000 kilómetros por hora y 102 horas y 40 minutos después del despegue estaban listos para alunizar. Collins se quedó en la nave. Los otros dos astronautas hicieron un viaje de 12 minutos en el módulo Eagle.

Después de un dramático descenso, el 20 de julio de 1969, a las 15:17 de Houston, comenzó la misión más grande que el hombre hubiera realizado en la Historia de la Humanidad.

Neil Armstrong puso su huella indeleble en el polvo lunar mientras lanzaba la frase más famosa de la conquista espacial. Ya con Aldrin en la superficie lunar, comenzaron a trabajar.

Cargaron 22 kilos de rocas, filmaron cada detalle, desplegaron una bandera especial en un mástil que clavaron con dificultad en la superficie polvorosa, instalaron varios aparatos para experimentos científicos, dejaron una cápsula del tiempo y hasta tuvieron tiempo para hablar con el entonces presidente Richard Nixon.

21 horas y 36 minutos más tarde, volvieron a la nave que los trajo de regreso a la Tierra. El mundo estuvo pegados a los televisores observando algo anhelado desde el principio de la humanidad.

La Unión Soviética recibió el golpe y continuó trabajando en la conquista del espacio a pesar de la derrota. Ambas potencias construyeron y mantienen una estación espacial donde los astronautas de ambos países conviven por meses. El avance tecnológico y científico que alcanzó hace 50 años su pico más alto, continúa beneficiando a la Humanidad.