Siglos atrás, el oficio de trenzador o “soguero” estaba diseminado por todo el territorio porque abastecían al hombre de campo con insumos esenciales para sus quehaceres.
La soga gaucha, con sus diferentes formas y grosores, se confecciona con tiento (cuero) de distinto de distintos animales, luego de ser curado y curtido.