Al principio, puede manifestarse como pequeños bultos rojos o granos alrededor de los folículos pilosos. La infección puede propagarse y convertirse en úlceras escamosas.
En casos leves, es probable que se solucione en poco tiempo con medidas básicas de cuidado personal. En los casos en los que la foliculitis es más grave o recurrente, es posible que sea necesario consultar con un médico.