
El principal tribunal español abrió una investigación de oficio para determinar si el apagón pudo haber sido causado por un acto de sabotaje informático sobre la infraestructura española, un delito que en España puede ser calificado como terrorismo si se considera probado que la intención fue desestabilizar el orden público.
Ayer, en la tercera conferencia de prensa desde que ocurrió el apagón Pedro Sánchez aseguró que “no existen pruebas concluyentes para decir que el evento fue provocado por un ataque terrorista”.
Y agregó que “sería imprudente descartar cualquier hipótesis”. Desde el Palacio de la Moncloa, el líder socialista dijo que los expertos están analizando lo ocurrido en los cincos segundos que desataron el colapso de la red eléctrica.
“Necesitamos tiempo”, pidió.
Desde la Red Eléctrica, una sociedad mixta con mayoría de capital público, habían sido concluyentes al descartar la hipótesis de un ciberataque, pero también la posibilidad de que se haya tratado de un error humano o un fenómeno meteorológico.
El director del ente, Eduardo Pietro, apuntó que es “muy posible” que las caídas de la generación fueran en la tecnología solar.
Más tarde, medios españoles publicaron que Red Eléctrica había advertido hace dos meses sobre el peligro hipotético de que se produjeran “desconexiones de generación” que podrían llegar a ser ”severas” en un informe anual para sus inversores.
La compañía alertó que pequeñas instalaciones de autoconsumo de energías renovables podían acarrear dificultades con un comportamiento inadecuado. El informe indicaba que las desconexiones podrían afectar “significativamente” al suministro eléctrico por la elevada cuota que representan las energías renovables.
Por su parte, el rey Felipe VI presidió una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, encabezado por Sánchez y con la participación de diez ministros, el jefe del Estado Mayor de la Defensa y la directora del Centro Nacional de Inteligencia.
Tras esa reunión, el líder socialista anunció que una comisión encabezada por la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, estará encargada de la investigación sobre las causas del colapso.