Trabajadores de Amazon hacen su primera huelga en el Reino Unido
“A los robots los tratan mejor”, dicen los empleados de los almacenes británicos del gigante de ventas, que reclaman un aumento salarial ante la escalada del costo de vida y la mejora de condiciones laborales precarias, con largas jornadas en espacios insalubres. La acción gremial se da en medio de una ola paros en el país y los anuncios de despidos globales en grandes empresas teconológicas.
Cientos de trabajadores de Amazon se retiraron de sus puestos de trabajo en la que se configura como la primera medida de fuerza en el Reino Unido contra las prácticas laborales del gigante tecnológico.
La huelga de 24 horas comenzó el miércoles un minuto después de la medianoche. Se espera que los huelguistas conduzcan piquetes y bloqueos frente a las instalaciones de la empresa en Coventry, en el centro de Inglaterra, durante todo el día.
A las 6 am, hora de Londres, los trabajadores fueron fotografiados acampando junto a una fogata y ondeando banderas sindicales en las inmediaciones del aeropuerto de Birmingham, conocido como BHX4.
Un cartel detrás de los trabajadores tenía un eslogan que decía “Lucha por £15”, en referencia al aumento por hora que exigen y alentaba a los trabajadores a unirse al sindicato.
El Sindicato GMB, que representa a los trabajadores involucrados, dijo que espera que 300 empleados de un total de 1.000 en la planta asistan a la huelga.
En principio, el reclamo del personal se centra en el descontento con lo que consideran un aumento salarial insuficiente, de solo 50 peniques (56 centavos de dólar) por hora, equivalente al 5% y muy por debajo de la inflación.
Amazon introdujo el aumento salarial el verano pasado. Pero los trabajadores del almacén dicen que no se ajusta al aumento del costo de vida. El dueño de Amazon, el billonario Jeff Bezos, es el hombre más rico del mundo.
“Se trata de Jeff Bezos. No queremos sus barcos ni sus cohetes, solo queremos poder vivir. Tiene que compartir parte de esa riqueza”, dijo Darren Westwood, uno de los delegados gremiales del almacén de Coventry.
También exigen mejores condiciones de trabajo. En el podio de las preocupaciones se encuentran las largas y extenuantes jornadas, las altas tasas de lesiones y el ritmo implacable del trabajo, que la compañía controla agresivamente mediante dispositivos tecnológicos.
Un invierno caliente en las islas británicas
El aumento del costo de vida desató un conflicto generalizado que toca a casi todos los gremios estratégicos de la economía británica.
Además de las demanda de mejores salarios y condiciones, y el índice de inflación que alcanzó un máximo de 41 años del 11,1% en octubre, las facturas de energía de los hogares y los precios de los alimentos se suman a los factores que continúan reduciendo los ingresos de las familias británicas
En las últimas semanas, enfermeras, trabajadores ferroviarios, trabajadores postales, trabajadores de ambulancias, personal de aeropuertos, agentes de la Fuerza de Fronteras, trabajadores de carreteras, personal de los trenes Eurostar, funcionarios públicos, conductores de autobuses, bomberos, trabajadores de organizaciones benéficas, meteorólogos y trabajadores en alta mar han anunciado próximas acciones de huelga.
La respuesta oficial no logró satisfacer las demandas de los trabajadores. El primer ministro británico, Rishi Sunak, adoptó un tono combativo para abarcar el tema de las huelgas generalizadas y la semana pasada se negó a descartar la prohibición del derecho a huelga por parte de los servicios de emergencia.
Repetidamente, acusó a los “líderes sindicales” de no ser razonables y prometió proteger a las “familias comunes”. Tampoco se sentó en la mesa de negociaciones en conflictos que tienen al Estado como contraparte, como el de las enfermeras de la salud pública, que por primera vez en 106 años hicieron un paro en diciembre y continúan con distintas medidas de fuerza.