Europa

Todo listo para el debate de investidura de Pedro Sánchez en España

La investidura del líder socialista Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España, que se concretará entre el miércoles y jueves próximo, pone fin a una etapa de construcción de consensos, donde no faltaron la audacia ni las alquimias políticas, pero deja un país dividido y con “interrogantes sobre la gobernabilidad” y sobre el rol que jugará la Justicia, que será el escenario elegido por el Partido Popular (PP) para objetar la ley de amnistía acordada con los independentistas catalanes.


El debate de investidura del candidato socialista para volver a presidir al Gobierno español, Pedro Sánchez, será este miércoles 15 de noviembre y el siguiente día 16, según convocó la presidenta del Congreso, Francina Armengo, en conferencia de prensa.

“He convocado porque después de hablar estos últimos días con el candidato… y habiéndome transmitido que ya ha hecho toda la ronda de negociaciones con los diferentes grupos políticos de este Parlamento, ya está en condiciones de poder ir al debate de investidura”, manifestó Armengol.

El actual Gobierno garantizó el apoyo de 179 votos, a través de diferentes acuerdos pactados con los partidos Sumar, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Euskal Herría Bildu, Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña), Partido Nacionalista Vasco (PNV), Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y la Coalición Canaria (CC).

El acuerdo que Sánchez logró con Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña), o Junts, un grupo que busca la independencia de la región nororiental de Cataluña y que está liderado por Carles Puigdemont, fue la semilla de las protestas de ultraderecha que asolaron el estado español la semana pasada.

La clave del pacto firmado el jueves en una controvertida amnistía que podría beneficiar a Puigdemont y a otros miles de separatistas.

La propuesta, respaldada por varios partidos de izquierdas más pequeños, desató la ira de formaciones conservadoras y de ultraderecha que representan a casi la mitad del electorado del país.

Respecto al debate, en los dos días del pleno intervendrán los grupos parlamentarios de mayor a menor, en tanto, Sánchez y el líder del derechista Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, se medirán en un cara a cara.

En este debate de investidura, el secretario general del Partido Socialistra Obrero Español (PSOE) no tiene límite de tiempo y puede intervenir cuando lo desee mientras que el resto de los partidos tienen tasadas sus intervenciones.

Tras ser investido Sánchez, la presidenta del Congreso se trasladará al Palacio de la Zarzuela para comunicar al rey Felipe VI la investidura exitosa. Esta se realiza casi cincuenta días después de la fallida investidura del líder del PP, en la que no consiguió mayoría suficiente, ni en primera ni en segunda votación.

El desafío de la gobernabilidad en un estado dividido

La contracara de este proceso la aportó el PP, posicionándose decididamente en rol de opositor con un aguerrido lenguaje para denostar cualquier acuerdo de amnistía con los catalanes.

“La democracia española está volviendo a sufrir un ataque sin precedentes”, dijo Feijóo con gravedad el último jueves, cuando el PSOE anunció el acuerdo con Junts.

Y en una muestra del nivel de la confrontación, el líder conservador, quien comparó al acuerdo por la amnistía con el “Tejerazo”, el intento de golpe de Estado comandado por el teniente coronel Antonio Tejero, el 23 de febrero de 1981, que ingresó a los disparos al Congreso español, y equiparó a los independentistas catalanes con el “terrorismo” de ETA.

“El golpe de Estado del 23-F, el del terrorismo, el del independentismo catalán de 2017, fueron desafíos a la libertad y a la convivencia. En este caso, el desafío a los valores de la Constitución está protagonizado por un candidato a la presidencia del Gobierno”, dijo el líder conservador, citado por el diario El País.

“Es una vuelta de tuerca más en una dinámica en la que estamos instalados, en la que la derecha sitúa a cualquier gobierno de izquierda en el campo de lo ilegítimo, lo inconstitucional, en lo no aceptable”, afirmó en diálogo con Télam Sergio Pascual, politólogo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) y exlegislador español por Podemos.

Este posicionamiento, agregó, “se ve en la negativa del PP a renovar el Consejo General del Poder Judicial, cuyos miembros tienen sus mandatos caducados hace cinco años. Es una forma del PP de no reconocer la legitimidad del gobierno en funciones, y este órgano que toma decisiones que afectan a la continuidad de las leyes”.

“Lo que sucede no es que esté en contra de la amnistía, que lo están, sino que además el PP tiene una fuga de votos hacia Vox que le hace imposible gobernar y lo limita a hacer acuerdos sólo con ese sector, lo obliga a girar a la derecha. Por eso endurece su discurso, para contener por derecha a sus votantes”, concluyó.

Otro flanco que tendrá abierto el próximo gobierno de Sánchez es nada menos que el de la gobernabilidad. Esto es, si podrá trasladar los respaldos que reunió para esta investidura al tratamiento de las leyes que necesite para gobernar.

“Entre su militancia, Sánchez tiene un apoyo bastante grande. El 87% de los afiliados del PSOE respaldaron el acuerdo de la amnistía en la encuesta que informaron el domingo de la semana pasada. Distinto puede ser con los simpatizantes, pero eso habrá que analizarlo de aquí a un año. Creo que el socialista apuesta a que pase como con los indultos de 2021, que nadie los recordó a la hora de votar”, señaló a Télam David Lerín Ibarra, politólogo doctorado y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, en referencia a los indultos parciales para los líderes independentistas catalanes que fueron condenados a prisión por el intento de secesión de 2017.

“En principio puede ser más complicada la gobernabilidad que antes, porque todas las leyes requieren el apoyo de toda la izquierda nacionalistas y también de PNV y Junts, que no son de izquierda, que no tienen posturas comunes, por ejemplo, en política fiscal”, agregó.

En este sentido, a modo de ejemplo, señaló que incluso “el acuerdo que han cerrado con Sumar va a ser complicado que pase por el Parlamento”.

Esta situación remite a un punto del acuerdo PSOE-Junts que se anunció el jueves, y es que se estableció un acuerdo de Legislatura que dure cuatro años, una llave para, estrategias parlamentarias mediante, intentar atenuar las rispideces entre los aliados, rispideces que tendrán de sobra con la oposición.