Con más de 1,3 millones de visitantes, la edición 46 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires concluyó este lunes en la Rural. Las dos últimas versiones de la Feria, las de 2018 y 2019, tuvieron una concurrencia de 1.180.000 personas aproximadamente. Esta vez, esa cifra trepó a 1.324.500.
Este récord de asistencia revalida el rol gravitante que ocupa la Feria del Libro en la agenda cultural y perfila otras lecturas: por un lado la expectativa que generaba este regreso a la presencialidad luego de dos años de ausencia por la pandemia de Coronavirus, y por el otro que durante los largos períodos de aislamiento consolidaron y acaso expandieron los hábitos lectores.
Tanto lectores como, autores, editores y organizadores coincidieron en festejar el retorno a La Rural después de dos años. Los índices de asistencia tuvieron su correlato en las ventas de ejemplares, que para los grandes grupos editoriales como Penguin Random House y Planeta rondó el 20 %, una cifra que si se promedia con el desempeño de sellos como Urano y V&R -dedicados mayoritariamente a las publicaciones juveniles, ambos con ventas que alcanzan el 128 % de lo registrado en la última edición- representa el 61 % de aumento en libros vendidos, según datos de la Cámara Argentina de Publicaciones.
Entre las actividades más convocantes estuvieron las encabezadas por Florencia Bonelli, Paulina Cocina, Gabriel Rolón, Shelby Mahurin y Camila Sosa Villada, entre otras.
Con nueve pabellones, 40 países representados, 358 stands que desplegaron la oferta de 1.727 sellos editoriales y 11 salas para eventos, entre otros datos, la Feria concentró este año 1.500 actividades culturales, en una superficie de más de 41.590 m2 de exposición. Cifras que marcan un piso de expectativas muy desafiante para la próxima edición, que tendrá lugar desde el 25 de abril al 15 de mayo de 2023.