La guerra de Israel contra Hamas en Gaza abrió otro frente en Medio Oriente: el mar Rojo.
Allí, las milicias Houthis, que controlan vastas porciones del territorio de Yemen, tras 9 años de guerra civil en ese país, iniciaron, a fines de octubre una serie de ataques con drones y misiles contra barcos israelíes o de otros países que se dirigen a puertos de Israel, en apoyo a la organización jihadista palestina.
El paso por el mar Rojo, a través del canal de Suez, es la ruta más corta que vincula a Europa y Norteamérica con Asia, y concentra el 12 por ciento del tráfico marítimo mundial, en especial, el transporte de petróleo y de containers, por lo que cualquier disrupción de la circulación naval por este corredor tiene efectos inmediatos en las cadenas logísticas y los precios de la energía a nivel global.
Por lo pronto, grandes compañías como British Petroleum y Maersk suspendieron la navegación por el Mar Rojo, y comenzaron a derivar sus naves a una ruta alternativa por el Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de Africa, lo que agrega días de viaje e incrementa los costos de combustible en hasta un millón de dólares por barco.
Algunos de los ataques lanzados desde Yemen fueron interceptados por buques de guerra estadounidenses en el área, pero las milicias houthis no se limitaron a lanzar misiles sino que también capturaron barcos comerciales mediante tropas aerotransportadas y lanchas rápidas.
Ante esta situación, Estados Unidos anunció el lanzamiento de una operación multinacional para garantizar el tráfico comercial por el Mar Rojo.
Según anunció el secretario de Defensa Lloyd Austin desde Bahrein, donde la marina estadounidense tiene su Comando Naval Central y es sede de la Quinta Flota, la fuerza de tareas para neutralizar los ataques Houthis estará integrada por unidades navales del Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, España, y la propia Bahrein.
Se espera que la denominada Operación “Guardián de la Prosperidad” se desarrolle en la zona sur del Mar Rojo y el Golfo de Adén. La respuesta Houthi llegó de inmediato: acusaron a Estados Unidos de ser “parte de la agresión contra Gaza”, de buscar militarizar el mar Rojo y amenazaron con atacar los barcos de cualquier país que actúe contra sus fuerzas.