Sociedad

Siete años después, comienza el juicio por un choque con tres muertos en el Delta del Tigre

El proceso tiene un solo imputado. Según la acusación, venía a alta velocidad y en zig zag al mando de una lancha que embistió a otra donde iban las víctimas, entre ellas, el hijo de Federico Storani.

El juicio por la muerte de Manuel Storani, hijo del dirigente radical Federico Storani, y su madre María de los Ángeles Bruzzone, además de una tercera persona, por un choque de lanchas en el río Luján, en el partido bonaerense de Tigre, comenzó este lunes, siete años después del hecho, en el marco de una causa que tiene como imputado al conductor de una de las embarcaciones.

Tras sucesivos recursos de la defensa que impidieron el comienzo del juicio oral, Pablo Torres Lacal es juzgado por el Tribunal Oral N 1 de San Isidro.

La causa en la que está imputado Torres Lacal por “triple homicidio con dolo eventual” fue elevada a juicio en junio de 2019 por la justicia de primera instancia de Tigre.

El abogado de Storani, Carlos Acosta, explicó que la jornada inicial tendrá la “lectura de la imputación (triple homicidio con dolo eventual), la “posible declaración del imputado Torres Lacal”, el “testimonio de Storani y dos testigos presenciales del homicidio”.

Storani pidió que “la Justicia sancione de manera ejemplar a quienes actúan con desaprensión y desprecio a la vida”.

“Se lo debo a Manu, a su mamá, a Ángeles, pero también se lo debo la sociedad. Los siniestros son una verdadera epidemia en la República Argentina y se requieren políticas públicas de educación, de prevención, pero sobre todo también uno de los eslabones principales es el accionar de la justicia”, dijo Storani a la agencia Télam en las puertas del tribunal.

Y agregó: “Que la justicia sancione de manera ejemplar a quienes actúan con desaprensión y desprecio a la vida y terminan ocasionando muertes de personas muy jóvenes que podrían haber sido muy útiles a la sociedad. Y a nosotros nos desgarró, partió la vida”.

El 31 de marzo de 2016, Manuel Storani, de 14 años, viajaba junto a su mamá, María de los Ángeles Bruzzone, y otras cuatro personas en una lancha que -cerca de las 23- fue violentamente embestida por otra embarcación conducida por Torres Lacal, “que venía a velocidad máxima y haciendo zigzag”, según testimonios de los testigos.

De la investigación judicial también se desprende que, al momento del impacto, la visibilidad era prácticamente nula.

Como consecuencia del choque, murieron Francisco Gotti, que viajaba en la lancha conducida por Torres Lacal; Bruzzone mientras era trasladada al centro de salud de la zona, y Manuel, cuyo cuerpo fue encontrado en el Río Lujan tres días después.

Según aseguró a la agencia pública de noticias Télam Acosta, “hay pruebas muy grandes para comprobar que Torres Lacal venía a una velocidad extraordinaria, haciendo zigzag de costa a costa”.

Los magistrados a cargo del proceso son Sebastián Hipólito Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, mientras que el fiscal Diego Callegari representará al Ministerio Público.

En el juicio se presentarán primero como testigos los sobrevivientes que viajaban en las dos embarcaciones, y a ellos se sumarán los testimonios del empleado de la estación de servicio, de personas que vieron a Torres Lacal en los momentos previos a salir al río en la guardería, de navegantes que rescataron del agua a sobrevivientes y las declaraciones de peritos de parte y peritos oficiales.

En total están citados 49 testigos, algunos de ellos de identidad reservada que van a dar cuenta de la personalidad del imputado y de sus hábitos.

En la puerta de tribunales de San Isidro, se reunieron este lunes familiares, y amigos con carteles que dicen “Más de 7 años esperando justicia x Ángeles y Manu”.

“No puedo describir lo que siento. Ya en la previa estábamos muy movilizados, recordando cosas. Me impactó mucho que no veía hace tiempo a sus compañeritos de colegio y en mi cabeza pensaba, ¿cómo estarán?”, declaró Constanza Storani, una de las hermanas de Manuel.

Vistiendo una remera negra con la leyenda “Justicia por Manu”, en letras blancas con una mariposa, Constanza reflexionó: “Uno se da cuenta que pasaron 7 años, la cara de los chicos son otros. No pudimos ver cómo hubiese sido el cambio de Manu. Hoy, estamos muy esperanzados. Y esperamos que todo esto que esperamos finalmente tenga una razón de ser”.

“Hace 7 años que nosotros estamos condenados. Nuestra condena es de por vida. Tuvimos que estar condenados además a 7 años de espera. Esperemos que eso hoy se revierta y recibamos un poco de paz para poder llorarlo a Manu desde otro lugar para el próximo cumpleaños que es ahora el 25 de octubre ir al cementerio y decirle, bueno Manu, lo logramos descansa en paz”, agregó.