
Después de 22 años en la Corte Suprema, el juez Juan Carlos Maqueda se retiró el viernes pasado.
El domingo 29, cumplió 75 años, y tal como establece el artículo 99 inciso cuarto de la Constitución Nacional, dejó su puesto.
Acompañado por sus familiares más cercanos, el magistrado bajó las escalinatas del Palacio de Justicia entre aplausos y apretones de manos de decenas de funcionarios, asesores y curiosos que se acercaron.
Ahora, se abre camino la incertidumbre: el máximo tribunal quedará a partir del lunes con tres miembros y nada se sabe respecto a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.
La misma Corte expresó en su última acordada la explícita “preocupación” institucional que manifiesta por una Corte “chica”, aunque cristalizó un método para integrar sus desiciones que parece aminorar la necesidad de un decreto que nomine en “comisión” a Lijo y a García Mansilla.
Cómo funcionará la Corte
El Tribunal dictó el pasado 18 de diciembre una acordada que tiene por objetivo regular el sorteo de los denominados “conjueces” que son quienes deben actuar en caso de que no se alcancen las mayorías para dictar una sentencia.
A través de 16 carillas, los jueces suscribieron la Acordada 41 que establece el mecanismo para el sorteo de conjueces entre los presidentes de las Cámaras Federales y Nacionales.
Ese procedimiento impide que los expedientes puedan llegar a paralizarse ante una eventual falta de mayorías (tres votos concordantes, lo que a partir del 30 de diciembre implicaría unanimidad entre Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti).
Para los casos en los que no se alcanzasen las mayorías, se agiliza el proceso de sorteo de conjueces y se evita que el expediente quede paralizado entre las vocalías.
Además, por tres votos a uno estableció que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el órgano a cargo de revisar los expedientes en apelación antes de llegar al máximo tribunal.
La decisión, que se tomó en el expediente “Levinas”, impacta también en causas como la del Correo Argentino o la condena a Luis Chocobar.