Alejandra López es una de las retratistas más importantes del país, con una extensa trayectoria en medios gráficos.
Durante 14 años fue fotógrafa de staff de la revista Viva del diario Clarín, donde fotografió a innumerables personajes del espectáculo y ha publicado en revistas como Elle, La Nación Revista, Brando, Harper’s Bazaar, Le Figaro Magazine y Bacanal.
“Tengo 30 años de fotógrafa, hice muchos años moda para medios gráficos y siempre me preguntaba qué pasa con 99% de la gente que no entra en ese esquema (de belleza) con el que nosotros trabajamos y me parece de una violencia muy fuerte”, reflexiona López, para quien el trabajo es un guiño para advertir toda la violencia y el racismo que encierra el modelo hegemónico de belleza.
La muestra la hizo en colaboración con la agrupación Identidad Marrón, colectivo antirracista, que viene trabajando desde 2019 en reivindicar el color de la piel, los rasgos y la ancestralidad como una identidad política.
La fotógrafa asegura que “hay un disciplinamiento de las mujeres” en ese modelo coercitivo de belleza que se perpetúa en las imágenes que produce el cine, la TV, la gráfica y la publicidad; “y por eso tenés a millones y millones de mujeres ocupadas horas y horas en tratar de encajar” en ese ideal.
“Para una persona racializada es más complejo todavía, porque no puede hacer algo para cambiar (su color de piel) y, entonces, es súper violento cómo se las invisibiliza, cómo se las borra de todas partes para poder decir que somos un país blanco. Es una obviedad (esta contradicción) pero si uno no lo pone en palabras, es como que nadie se da cuenta de que eso sucede”, agrega.
Ante esta constatación que se hizo más evidente para ella cuando conoció el trabajo de Identidad Marrón, comenzó a preguntarse “qué pasa si uno hace el ejercicio de poner todos los dispositivos de que dispone para consagrar como bello lo hegemónico, al servicio de fotografíar gente marrona”, con la expectativa de que el resultado sea capaz de “generar algunas preguntas” no sólo desde su divulgación en redes o una muestra, sino también desde alguna revista de moda y tendencias, “para discutir en el terreno” esta cuestión.
El desafío fue entonces poner “una fotografía, iluminación y estilismo de primera línea” al servicio de ubicar a estas personas “en el lugar donde no las ponen las revistas, las publicidades”; porque, cuando se las muestra, “la narrativa de la imagen”, es otra muy diferente: “siempre ellos y el territorio” y siempre relacionadas con “la marginalidad, con el dolor, el delito y otras cosas negativas”.
El ensayo, en el que participó el estilista de celebridades Jorge León, consta de 12 retratos de activistas de identidad marrón vestidas de blanco, crema o marrón sobre un fondo de ese color.
La muestra se puede visitar de miércoles a domingos de 14 a 20 hasta el 2 de julio en la Sala Pabellón, del segundo piso del Centro Cultural.