Scaloni: “No puede ser que hayamos sufrido tanto”
Hacía 20 años que no salía campeón un seleccionado sudamericano, desde Corea-Japón 2002, cuando ganó Brasil. La “Scaloneta”, que llegó al Mundial con un invicto de 36 partidos, que este año ganó la Copa América y la Finalissima ante Italia, rompió el molde en el Golfo Pérsico.
“No puede ser que hayamos sufrido tanto, es increíble. Fue una locura. Habíamos jugado un partido perfecto, pero estamos hechos para esto, para sufrir”, dijo Lionel Scaloni.
Flamante campeón del mundo en su rol de entrenador, el técnico ya se había coronado en 1995 en Qatar como integrante del seleccionado Sub 20 que conducía José Pekerman.
Scaloni, que no dirigió equipos de clubes, algo que le dio paso a las críticas apenas asumió en la Selección mayor, sostuvo que “después del 2-2 de Francia reaccionamos, este equipo reacciona a todo”.
Francia, el último campeón del mundo, protagonizó un ida vuelta hasta el final frente a la Argentina. Pero el equipo de Scaloni había sido superior durante gran parte del encuentro, específicamente hasta los 35 del segundo tiempo cuando pareció renacer el conjunto galo.
“Estoy orgulloso, estoy menos emocionado que otros días peque ahora estoy aliviado. Pero estoy muy orgulloso. Y es todo mérito de ellos. Me emociona este equipo”,dijo Scaloni, el padre de la criatura que acaba de celebrar el tercer título de campeón mundial para Argentina.
Aún con la dulce melodía de “Muchachos…” como telón de fondo en el estadio Lusail, el DT les pidió a los hinchas “que dinsfruten, porque este es un momento historico”.
“Tendríamos que haberlo ganado en los 90 minutos. Pero seguimos y seguimos, como contra Países Bajos”, remarcó después en la conferencia ya con la camiseta celeste y blanca puesta.
“No hay orgullo más grande que jugar para tu país -indicó- y más allá de haber ganado por penales creo que hicimos un partido completísimo”.
Hacía 20 años que no salía campeón un seleccionado sudamericano, desde Corea-Japón 2002, cuando ganó Brasil. La “Scaloneta”, que llegó al Mundial con un invicto de 36 partidos, que este año ganó la Copa América y la Finalissima ante Italia, rompió el molde en el Golfo Pérsico.
“En estos momentos me acuerdo de mis viejos”, dijo el entrenador con los ojos vidriosos. Y siguió nombrando familiares. Y se acordó, claro, sentado en la cima del mundo, de Pujato, de sus raíces, como hace la gente de bien.