A raíz de la agresión, la víctima permanecía internada “estable” y bajo “observación” en el hospital Ramón Carrillo de la capital puntana.
Mañana se realizará la audiencia de formulación de cargos al acusado. La carátula será “tentativa de femicidio”.
El hecho ocurrió ayer en un descampado ubicado en el Barrio 131 Viviendas, pegado al Anexo III del barrio Eva Perón de la ciudad de San Luis.
Lo ocurrido es investigado por la coordinadora de la Unidad de Gestión Fiscal, Virginia Palacios Gonella; la fiscal adjunta María Fernanda Del Cerro; y el fiscal de Instrucción 3 de San Luis, Esteban Roche, que dieron una conferencia de prensa.
Palacios Gonella recordó que la Policía y la Justicia intervinieron luego de la estudiante llegara al Hospital. Allí, tomaron un primer contacto con la joven, que “presentaba múltiples lesiones” y, con permiso de los médicos, pudieron entrevistarla.
“Nos contó que ella cursa el quinto año y que había quedado con un compañero en encontrarse en un lugar a tres cuadras de la escuela. Que, allí, esta persona arremetió contra su integridad sexual, la abusó y le asestó 43 golpes con elementos punzo cortantes. Y dijo que el agresor utilizó un destornillador”, indicó la fiscal. Sin embargo, los médicos creen que pudo haber sido “una llave Phillips”.
“Estaba desfigurada y se visualizaban heridas en tórax y espalda, hematomas múltiples en el rostro y cortes múltiples en el cráneo”, agregó sobre las lesiones.
Las heridas fueron confirmadas por una médica forense, que indicó que la mayoría son superficiales. Dijo que cuatro o cinco de ellas tuvieron mayor profundidad, aunque no comprometieron órganos vitales.
A partir de los datos aportados por la víctima y los dichos de al menos cuatro testigos, el juez Ariel Parrilli ordenó el allanamiento de la casa del compañero de escuela de la joven atacada y su detención.
“Se procedió a la detención, al secuestro de telefonía celular y, lo más trascendente, el hallazgo de prendas de vestir con manchas sangre y con signos de haber sido parcialmente quemada”, relató Palacios Gonella.
La fiscal añadió que en la vivienda “había una serie de manuscritos sobre lo que él había hecho ese día”.
Palacios Gonela explicó que el acusado, identificado como Facundo Nicolás Brítez (18), no se resistió cuando fue detenido. Contó que la madre mencionó que el joven padecía “retraso madurativo”, algo que no pudo ser confirmado.
“Creemos que fue una acción defensiva por parte de su madre, ya que no contaba con ningún certificado, y además al consultar a sus docentes de quinto año, manifestaron que desconocían ese dato y que su desempeño académico era muy bueno”, remarcó.
“Por suerte los vecinos de la zona ayudaron a la joven que pedía auxilio y llamaron a la ambulancia, ya que, si nadie se hubiera percatado de lo que sucedía, podría haberse desangrado. Además, aportaron datos significativos para identificar al agresor”, destacó.