Legislatura de la Ciudad

Rodríguez Larreta inauguró las sesiones ordinarias porteñas con un discurso de candidato

El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aprovechó la apertura de sesiones para hacer un balance reivindicativo de sus cuatro años al frente de la Ciudad y se concentró en temas económicos y educativos que están en el centro de su plataforma para las presidenciales. Además, criticó a Alberto Fernández y le agradeció a Mauricio Macri “por las transformaciones que inició”.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dió hoy inicio en la Legislatura local al período de sesiones con un discurso que contuvo un repaso de su gestión, y un lanzamiento de los principales ejes de la camapaña que lanzó la semana pasada, para concretar sus aspiraciones presidenciales.

La ceremonia de apertura comenzó a las 8 en el recinto de sesiones, donde Rodríguez Larreta ofrecerá su último discurso como jefe de Gobierno, ya que en diciembre concluirá su segundo mandato con la imposibilidad de renovar. “Este es mi UPD”, bromeó, en referencia al “ultimo primer día” de los estudiantes.

El alcalde porteño recorrió los 16 años que estuvo en el Ejecutivo local: los primeros ocho, como jefe de Gabinete de Mauricio Macri y los restantes, como jefe de Gobierno. Por eso, reconoció a su antecesor y expresidente por la gestión en la ciudad de Buenos Aires.

“Gracias a Mauricio, con quien iniciamos estas transformaciones en 2007, y que pudimos continuar y profundizar desde 2015 hasta hoy”, sostuvo Rodríguez Larreta durante su discurso en el recinto, donde dio inauguración al período de sesiones ordinarias por última vez como alcalde porteño.

A lo largo del discurso, destacó las políticas implementadas, con el foco puesto en educación, seguridad y transformación urbana.

El referente del PRO destacó la inclusión de inglés en las escuelas públicas, la creación de la Universidad de la Ciudad y la reforma del Estatuto Docente, entre otras iniciativas, y lanzó: “No tengo duda de que se puede avanzar en la misma dirección en todo el país. En la Argentina la situación de la educación es alarmante”.

“Tenemos que ir más a fondo, animarnos a encarar la revolución educativa más ambiciosa de la Historia. Necesitamos una educación moderna, enfocada en las habilidades del futuro, con la mejor infraestructura, docentes preparados y que tienda puentes hacia el mundo del trabajo”, manifestó.

Además, Rodríguez Larreta indicó que “no se puede ignorar la crisis de trabajo que hay en el país” y aseguró que la Argentina puede “generar millones puestos de trabajo, pero para eso necesita un Estado que impulse la actividad privada”.

Para ello, planteó que se debe “reducir el peso muerto del Estado sobre el sector privado” y “dar batalla a fondo con la inflación”, a la que definió como “una muralla contra el trabajo y la producción”.

“Muchos sectores tienen potencial para seguir creciendo. Solamente hay que animarse. Es difícil, pero se puede y la Ciudad es el mejor ejemplo de eso”, expresó.

También dejó claras sus posiciones en materia de seguridad. “Hay que animarse a enfrentar la inseguridad en serio” y señaló que seguirá “insistiendo con la necesidad del uso de las pistolas Taser” por parte de la Policía de la Ciudad.

“El Gobierno nacional tiene que liberar la importación y permitirnos capacitar a nuestros agentes para que tengan más herramientas en situaciones de mucha concentración de gente”, manifestó Rodríguez Larreta durante su discurso en el recinto.

También reforzó su perfil “dialoguista” al que apeló la semana pasada cuando confirmó su precandidatura a presidente, ya que pondrá de relieve el armado alcanzado en la ciudad de un frente que reúne “miradas distintas”, tal como ocurre en la Legislatura con un bloque oficialista que abroquela al PRO, la Coalición Cívica, Republicanos Unidos y Confianza Pública.

En tanto, desde el Frente para Todos (FDT) señalaron que pedirán “explicaciones” al jefe de Gobierno por Marcelo D’Alessandro, el ministro de Seguridad en uso de licencia tras aparecer en supuestos chats y audios en conversaciones con jueces federales, directivos del Grupo Clarín y empresarios que mantenían concesiones de servicios con el Gobierno porteño.

“Larreta es mafia”, decían los carteles que varios legsladores opositores colocaron en sus bancas, en referencia al escándalo de D’Alessandro, que, alegan, salpica al jefe de gobierno.