El paro afectó a Network Rail, la empresa pública que gestiona gran parte de las estaciones de la red ferroviaria. Al menos 40 mil empleados de limpieza y mantenimiento, señaleros y personal de las estaciones demandan mejores sueldos para hacerle frente a la inflación. La medida de fuerza se replicará el jueves y sábado.
Consultado por medios locales, el secretario general de los trabajadores del Ferrocarril, Mick Lynch, explicó que las compañías ofrecieron aumentos salariales muy por debajo de la actual tasa de inflación después de varios años de ingresos congelados. Lynch alertó además, que las empresas tienen un plan para recortar miles de puestos de trabajo.
La suba en los precios de los alimentos y combustibles, impulsada por la guerra en Ucrania, es un problema que afecta a toda Europa. El Banco de Inglaterra augura finalizar el año con un índice cercano al 11%. Hoy, está cerca del 9%.
En el comienzo del verano se prevén múltiples protestas laborales en varios sectores, entre ellos, los de sanidad, educación y judiciales.
La pandemia también influyó en la situación laboral. El Estado otorgó una ayuda financiera para sostener los salarios. Actualmente, según denuncian los sindicatos, las empresas planean reducir el personal y modificar las prácticas laborales. Entre las modificaciones, se estudia el cierre de ventanillas al público atendidas por personas.
El primer ministro británico Boris Johnson se mostró inflexible y aseguró que las reformas en el sistema ferroviario son por el bien de los usuarios y trabajadores porque no sólo ahorrarán costos sino que evitarán que las empresas enfrenten mayores dificultades financieras.
De acuerdo a una encuesta realizada por la consultora Savanta ComRes con sede en Londres, el 58% de los británicos consideran que pese a los trastornos ocasionados, la huelga está justificada.