Reino Unido: la mayor huelga de la década paraliza el país
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Reino Unido: la mayor huelga de la década paraliza el país

Trabajadores del transporte, docentes, funcionarios y empleados del sector público toman parte de la mayor protesta sindical coordinada de los últimos diez años en el país europeo. Mientras reclaman contra el alto costo de vida, derivado de la inflación y la guerra, el gobierno de Rishi Sunak prepara un proyecto para prohibir las medidas de fuerza y los llama “manifestantes extremistas”.

Hasta medio millón de maestros, funcionarios, obreros de empresas estatales y profesores universitarios británicos pararon hoy para exigir mejores salarios y condiciones de trabajo en el Reino Unido.

Se trata del paro general más grande en una generación, con un contenido central: el reclamo de medidas que aumenten sus ingresos, erosionados por la inflación.

Unos 300.000 maestros están de huelga, marcando el primero de siete días de paro de ese gremio previstos durante febrero y marzo, por parte del Sindicato Nacional de Educación.

Los paros afectarán a unas 23.400 escuelas, alrededor del 85%, en Inglaterra y Gales, y muchas cerrarán total o parcialmente.

También pararán durante 18 días este mes y el siguiente los 70.000 miembros de University and College Union (UCU), distribuídos en 150 universidades de ese país.

Se planean más acciones gremiales, incluso por parte de enfermeras y trabajadores de ambulancias, para los próximos días y semanas.

Los líderes sindicales dicen que a pesar de algunos aumentos salariales, como una oferta del 5% que el gobierno propuso a los maestros, los salarios en el sector público siguen corriendo a la inflación de atrás, lo que implica un recorte salarial de facto.

Según una encuesta de YouGov publicada a fines de diciembre, cuando comenzó la ola de huelgas, el 70% de los británicos apoya las medidas de fuerza y cree que las enfermeras y docentes deberían estar mejor pagos.

Millonarios y rompehuelgas

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha pedido que los aumentos salariales sean “razonables” y asequibles, advirtiendo que de “excederse” pondrían en peligro los intentos de controlar la inflación.

Pero los sindicatos han acusado a Sunak, que es multimillonario y uno de los hombres más ricos de Gran Bretaña, de no estar al tanto de los desafíos que enfrentan los trabajadores comunes y corrientes que no llegan a fin de mes.

El exlíder laborista Jeremy Corbyn, quien se unió a los trabajadores en huelga en Londres, pidió un “sistema fiscal más justo”.

“Este país no puede permitirse los niveles de desigualdad que tenemos”, dijo Corbyn.

“Hay más multimillonarios en Gran Bretaña que nunca antes”, dijo. “Muchas personas, multimillonarios y millonarios, ganaron mucho dinero durante el COVID-19. No han pagado impuestos por eso”.

Hoy, en el Parlamento, el Primer Ministro fue protagonista de un enfrentamiento de alto voltaje con el actual lider del Partido Laborista, Keir Sturmer, que lo culpó por la huelga, por la reticencia de Sunak para sentarse a negociar con los trabajadores.

El líder conservador acusó a su adversario de ser financiado por los sindicatos y dijo que los trabajadores en huelga son “extremistas” que “tienen de rehenes a los niños que van a la escuela y al resto de los británicos que “quieren trabajar duro”.

La polémica viene días después de que una serie de mensajes filtrados entre el gobierno y asesores de un think tank revelaran que Sunak consideró prohibir que miles de trabajadores de servicios esenciales se afilien a un sindicato.