El directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) aprobó ayer la emisión de un nuevo billete que incorporará la denominación $ 2.000.
El nuevo billete, diseñado en colaboración con Casa de Moneda, conmemorará el desarrollo de la ciencia y de la medicina en Argentina y tendrá como protagonistas al Instituto Malbrán, a la doctora Cecilia Grierson y al doctor Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país.
Cecilia Grierson, feminista y sanitarista
La primeras médicas argentinas, Grierson nació en Buenos Aires el 22 de Noviembre de 1859 y falleció el 10 de abril de 1934.
Antes de ingresar a la Universidad de Buenos Aires, fue maestra rural, hasta que la enfermedad de una se sus amigas mapas cercanas la inspiró a inscribirse en medicina, una carrera y profesión que hasta entonces sólo ejercían varones.
Para lograr sus objetivos, tuvo que enfrentarse a los prejuicios que un sector elitista y conservador de la sociedad tenía respecto a su condición de mujer.
Entre sus logros, dentro de la medicina ejerció como ginecóloga y obstetra en el hospital San Roque y extendió sus tareas a la divulgación, desde cursos hasta conferencias y publicaciones. Fue partícipe y colaboró con la primera cesárea que tuvo lugar en la Argentina, en el año 1892.
En 1907 fundó la Asociación Obstétrica Nacional. Pero no sólo fue una pionera de la medicina. Además, fue una precursora en el lucha por la igualdad de las mujeres y la defensa de los excluidos.
Apoyando las primeras luchas obreras del siglo XX, Grierson no solo cumplió un rol fundamental en la salud llevando servicios sanitarios y fundando salas de primeros auxilios a los barrios donde vivían los obreros, sino que también abriría las Escuelas de Economía Doméstica, extendiendo su reclamo a favor de la obtención de derechos civiles y políticos para la mujer, entre los que se contaba el derecho al voto.
Era militante del Partido Socialista (la primera de ese partido centenario en aparecer en un billete). Junto a Alicia Moreau de Justo y otras referentes, Grierson participó del Congreso Internacional de Mujeres en Londres en 1899.
También fue impulsora del Primer Congreso Feminista Internacional de Argentina, en el cual se discutió la educación, la legislación del trabajo femenino, el abandono de los hijos y el sufragio universal.
Carrillo, la salud como un factor de inclusión
El médico santiagueño es el primer prócer afrodescendiente en un billete.
Nacido en 1906, su preocupación por el bienestar social como fuente de la salud popular definió la tarea de su vida. “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”, escribió.
En 1936, Manzi junto a Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche -entre otros- fundan la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA).
“El mejor plan de salud es agua corriente y cloacas” repetía a mediados de los años, cuarenta cuando fue convocado para crear al Secretaría de Salud Pública de la Nación – luego convertida en Ministerio-.
Hasta ese momento no existía en la Argentina una estructura organizativa para el sistema de salud de la población.
Cuando Juan Domingo Perón lo llama para la tarea, Carrillo ya había terminado su formación profesional en Alemania y era un reconocido neurólogo y neurocirujano. Podría haber continuado con esa línea y ganar mucho dinero, sin embargo, se dedicó a servir al pueblo y a sacar a los hospitales de sus muros.
Durante su gestión, y con apoyo de la Fundación Eva Perón, se construyeron hospitales, centros sanitarios, hogares escuelas, hogares para ancianos, institutos formación en enfermería.
Se estableció la atención gratuita para toda la población y se crearon políticas públicas como el Tren Sanitario, que llegaba a los lugares más recónditos del país para brindar capacitaciones en educación para la salud y atención médica en las diferentes ramas de la medicina.
Las masivas campañas de vacunación llegaron a todo el país, un ejemplo exitoso fue la política pública implementada para combatir el paludismo que, en el marco de la campaña “Grandes Luchas Sanitarias”, que redujo en cuatro años la cantidad de casos.
Además, durante la gestión de Ramón Carrillo se creó EMESTA, la primera fábrica nacional de medicamentos, que funcionaba en el Instituto Malbrán y producía medicinas un 70% más baratas que las de los laboratorios privados.
Como médico, se ocupó de la brucelosis, de las venéreas, del paludismo, de la cantidad de camas de hospital, del salario mínimo para los médicos, de la capacitación de las enfermeras, de la fabricación nacional de penicilina en cooperación con la norteamericana Squibb y de reducir la mortalidad infantil como forma de salvar a los chicos y, a la larga, aumentar la expectativa de vida.