
Como en cada elección papal, ante miles de personas que esperaban frente a la Basílica de San Pedro de forma presencial, así como otros cientos de miles que lo hicieron por televisión, se pronunció la misma frase que indica la elección de un nuevo Papa. “Nuntio vobis gaudium magnum: habemus papam”, que en español significa “Les anuncio una gran alegría: tenemos papa”.
Estas palabras en latín, lengua oficial de la Iglesia católica, son pronunciadas por el cardenal protodiácono, el miembro más antiguo entre los cardenales diáconos, quien tiene el honor de anunciar el nombre del nuevo pontífice tras la fumata blanca que indica que el cónclave llegó a una decisión.
Luego de esta fórmula, el cardenal continúa diciendo: “Eminentissimum ac reverendissimum Dominum, Dominum [nombre del cardenal electo], Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalem [apellido del cardenal], qui sibi nomen imposuit [nombre papal elegido]”, es decir: “El eminentísimo y reverendísimo Señor, Señor [nombre de pila], cardenal de la Santa Iglesia Romana [apellido], que ha tomado para sí el nombre de [nombre del papa elegido]”.
En esa secuencia se revelan tres cosas: el nombre de pila del cardenal elegido, su apellido como miembro del Colegio, y finalmente, el nuevo nombre que ha escogido como Papa. Un nombre que ya no le pertenece solo a él, sino al tiempo que le tocará gobernar.
El anuncio oficial se produce desde la logia central de la basílica vaticana, minutos después de que la tradicional fumata blanca —producto de la quema de las papeletas— asome por la chimenea de la Capilla Sixtina, señalando que el nuevo papa ha sido elegido con al menos dos tercios de los votos.
El latín es la lengua oficial de la Iglesia. Es la lengua del dogma, del derecho canónico. Este idioma no da lugar a interpretaciones ambiguas ni traducciones forzadas. En latín se escribieron los exorcismos y los tratados teológicos, las condenas de herejía y las canonizaciones. Aún en nuestros días sigue siendo la lengua elegida para transmitir información tan importante como la elección de un nuevo Papa.