En cuatro semanas los contagios pasaron de 8.387 a 33.989, lo que significa un incremento del 305,25 % desde el 17 de abril cuando el Ministerio de Salud comenzó a emitir los reportes semanales.
Al respecto, el Dr. Pablo Bonvehí indicó que el aumento coincide con una mayor actividad social, laboral, educativa y una disminución en las restricciones, lo que se suma a la circulación de una subvariante de la cepa Ómicron que es más transmisible que la original.
“Si bien el aumento se da en pacientes que no requieren internación, sabemos que si aumentan los casos hay gente más frágil que puede terminar internada”, explicó y recordó que la vacunación disminuye la hospitalización y la gravedad de los casos.
Para el médico, “probablemente, éste sea el inicio de una nueva ola”.
Consultado sobre la suba de los casos de gripe, dijo que en los últimos dos años casi no hubo otros virus respiratorios y que la gripe empezó a circular antes. “Desde el punto de vista clínico se presenta igual que la COVID-19. Los síntomas son los mismos: no se puede distinguir salvo que uno se hisope”, comentó y alentó a quienes tengan indicación de vacunación contra la influenza a que vayan a los vacunatorios. “El año pasado no lo sabíamos, pero aprendimos que se puede inmunizar al mismo tiempo contra las dos enfermedades”.
Según datos del Ministerio de Salud, en Argentina hay 37.376.514 personas con el esquema completo y 40.752.000 con el esquema iniciado. Sin embargo, hay 3 millones de personas mayores de 50 años que aún no se dieron la dosis de refuerzo.
Sobre este tema, Bonvehí indicó que si bien el esquema de dos dosis es correcto, frente a la aparición de las cepas Delta y Ómicron se comprobó que con el paso del tiempo los anticuerpos van disminuyendo. “A partir de los 18 años es importante dársela”, dijo.
También hizo énfasis en la actitud de algunos adolescentes que piensan que el coronavirus no va “a hacerles nada”. “Ese nada implica tres o cuatro días con fiebre alta, dolor de cabeza, casi no comer y no beber. Y el principal problema es que pueden contagiar a otras personas más vulnerables y ponerlas en riesgo. Es un concepto solidario: me vacuno para protegerme a mí y para proteger a los demás”.
Aconsejó mantener la ventilación y, en lugares cerrados, usar el barbijo.
Además, se refirió al posible vínculo entre los casos de hepatitis aguda de origen desconocido y la infección por sars Cov 2, a partir de un artículo publicado en la revista médica The Lancet.