En el marco de la final de la Copa Libertadores que disputarán este sábado, desde las 17, Fluminense y Boca en Río de Janeiro, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires desplegará un operativo de seguridad en los alrededores del Obelisco.
La organización comenzará a las 15 horas. Si bien el encuentro finalizará recién a las 19, aproximadamente, las fuerzas de seguridad estarán afectadas desde temprano para prevenir disturbios en caso de que el Xeneize se consagre campeón en Brasil y una multitud se acerque a la zona de Corrientes y 9 de Julio.
El operativo estará integrado por efectivos de la Policía de la Ciudad, Agentes de Tránsito e inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC).
Es habitual que el Obelisco sea utilizado como punto de encuentro ante los distintos sucesos deportivos históricos. Sin ir más lejos, cientos de miles de personas peregrinaron hacia allí el día en que Argentina levantó su tercera Copa del Mundo en Qatar el año pasado.
Otra cuestión importante a tener en cuenta es que habrá controles en los comercios cercanos al monumento para evitar la venta de alcohol y la instalación de parrillas y puestos ambulantes sin autorización, como a veces ocurre en las distintas canchas del fútbol argentino.
Por eso habrá vallas sobre las esquinas de Diagonal Norte y Cerrito, Corrientes y Carlos Pellegrini, y Libertad y Corrientes.
Hay un detalle que generó preocupación a la hora de planificar el operativo. La edición número 32 de la Marcha del Orgullo LGBT, que se celebra desde 1992 de manera ininterrumpida, se llevará a cabo también este sábado y podría cruzarse con los posibles festejos boquenses, aunque para la hora de finalización del partido entre Boca y Fluminense la Marcha del Orgullo, se estima, ya habrá terminado.