En 1962, Juan Carlos Onganía gana la pulseada militar que los azules y colorados resuelven llevando los tanques a la calle. Los dos sectores del ejército tienen un mismo enemigo: el peronismo.
Para los colorados, es un grupo violento y sectario que representa la antesala del comunismo. En cambio, los azules (la línea de Onganía) sostenían que la clave para evitar el comunismo era reunir a la clase obrera detrás de una bandera nacional y cristiana.
El 28 de junio de 1966, derrocado el gobierno de Illia, asume Onganía. Este golpe militar llamado la “Revolución Argentina” divide profundamente al movimiento obrero. Por un lado, estaban aquellos que estuvieron presente en la asunción del dictador, como por ejemplo Augusto Timoteo Vandor; y por otro lado, la llamada “CGT de los argentinos” que tuvo como principal referente a Raimundo Ongaro y Agustín Tosco.
Uno de los primeros actos de Gobierno de Onganía, fue anunciar el cierre de 10 de los 14 ingenios tucumanos y eliminar los subsidios para los pequeños campesinos. En 1968, un grupo de artistas e intelectuales de distintas disciplinas, viajan a la provincia de Tucumán para retratar la pobreza de la zona. El resultado es una obra colectiva que se exhibe en la CGT de los argentinos.
Junto al periodista Sergio Moreno, recordamos aquel 29 de julio de 1966, cuando las universidades nacionales fueron intervenidas y ocupadas militarmente en el episodio que se conoce como la “noche de los bastones largos”. Cientos de profesores, alumnos y no docentes que ocupaban varios de los edificios de las facultades de Buenos Aires en defensa de la autonomía universitaria y la libertad de cátedra fueron salvajemente golpeados por miembros de la Guardia de Infantería de la Policía Federal, enviados por Onganía