Contraprueba

Ordenan un nuevo peritaje por las muertes de la fiesta electrónica Time Warp

La Cámara Federal porteña ordenó realizar un peritaje toxicológico sobre los restos de las víctimas de la fiesta electrónica Time Warp de 2016, se trata de una “contraprueba” para establecer con certeza las causas de la muerte de cinco asistentes al evento, explicó Gabriel Gilibert, abogado y tio de una de las víctimas en TV Pública Noticias.

La medida había sido pedida reiteradamente por los familiares de las cinco víctimas mortales y si bien fue ordenada en la etapa de instrucción, nunca llegó a concretarse “por falta de medios suficientes”.

“Las pericias toxicológicas estuvieron mal hechas”, aseguró Gilibert, quien denunció que la “contrapericia” se está pidiendo desde diciembre de 2016 en reiteradas ocasiones.

El abogado manifestó que “si esto hubiera pasado en una plaza pública, al aires libre, probablemente no habría personas muertas”, y aclaró que además de los cinco chicos fallecidos hubo otros cinco muy grave.

“La forma en la que fueron atendidos es muy cuestionable”, aseguró y dijo que la ambulancia “nunca llegó” para atender a los chicos que esperaron más de una hora.

“La jueza dijo que le parecía inconducente e inútil hacer esta prueba”, señaló Gilibert, y describió como cuestionable que en la causa hayan pasado 4 jueces y que haya habido “una doble vara en muchas cosas”.

La decisión de la Cámara se produce en momentos en que la jueza federal María Eugenia Capuchetti aceleraba la tramitación final del expediente para su elevación a juicio oral y público.

El peritaje en cuestión apunta a determinar, con precisión, “cuáles fueron las circunstancias que habrían causado o concurrido a causar el resultado de lesión o muerte de cada una de las víctimas”.

La propia justicia había justificado la necesidad de esa prueba, ante “la necesidad de una medida dirigida a contar con una opinión técnica más conclusiva”, no ya como una “obligación funcional de producir todas aquellas pruebas propias de la instrucción e indispensables para la consecución de sus fines, sino también como un deber que, además de vincularse a la respuesta adecuada a las víctimas”.

“No se advierten motivos que lleven a negar su producción, dados los intereses en juego”, resumieron los jueces.

En la causa hay una decena de procesados. Las cinco víctimas mortales de la fiesta electrónica fueron Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Bazano y Andrés Valdez, todos presuntamente afectados por el consumo de drogas de diseño.