Mientras grababa la serie, Ariel estaba terminando su tratamiento contra la leucemia. Según el actor, personificar a Walter lo ayudó a cerrar ese proceso: “Okupas fue muy lúdico para mi”, aseguró.
A fines de los 90 comenzó a formarse como actor en el estudio de Lito Cruz y allí descubrió su vocación que lo llevaría a personificar a Walter, el “Rolinga” paseador de perros que, junto a Severino -un callejero que había adoptado- acompañó a Ricardo (Rodrigo De La Serna), al “Chiqui” (Franco Tirri) y al “Pollo” (Diego Alonso Gómez) en la odisea urbana y marginal que marcó época en la televisión argentina.