
La Administración de Parques Nacionales (APN) anunció una recompensa récord de $250 millones de pesos para quienes aporten datos certeros que permitan esclarecer la desaparición de la yaguareté Acaí en el Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco.
El ofrecimiento, que tuvo amplia repercusión en los medios argentinos durante la última semana, busca obtener información que colabore con la investigación judicial en curso e identifique a los responsables de la presunta desaparición del ejemplar, considerado Monumento Natural Nacional.
Acaí, una hembra de casi tres años, había sido liberada en El Impenetrable el pasado 5 de octubre como parte del crucial proyecto de reintroducción de la especie en el Gran Chaco, donde se encuentra en peligro crítico de extinción. Sin embargo, su rastro se perdió el 25 de octubre, cuando se registró la última señal de su collar con geolocalizador.
Aunque en un principio se había informado sobre el hallazgo del dispositivo en el río Bermejo, esta información fue desmentida posteriormente por la Justicia Federal. Las autoridades continúan con un intenso operativo que incluye patrullajes terrestres, análisis de imágenes satelitales e inteligencia de campo.
Las principales hipótesis
La investigación judicial, a cargo de la jueza federal Belén López Macé, se activó inmediatamente tras la denuncia. La hipótesis más fuerte que manejan tanto Parques Nacionales como la Fundación Rewilding Argentina es la de una matanza de la yaguareté, y el posterior descarte del collar.
El organismo de conservación valuó el daño ambiental generado por la pérdida del ejemplar en una cifra que asciende a $2.673.280.260 de pesos.
Se ordenaron allanamientos y la incautación de teléfonos celulares a pobladores de la zona de Paraje Manantiales, cuyos contenidos serán peritados. Los responsables de matar a un yaguareté, especie protegida, podrían enfrentar hasta cinco años de prisión.
La preocupación es total, ya que la población de yaguaretés en Argentina se estima en menos de 200 ejemplares y la desaparición de Acaí representa un duro golpe a los esfuerzos por recuperar al mayor felino de América del Sur en el ecosistema chaqueño.