Sociedad

Obesidad infantil: Argentina tiene el índice más alto en Sudamérica

Luego de la pandemia, el 12,9% de las niñas y los niños argentinos menores de 5 años padecen sobrepeso severo, según el informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutrición en América Latina y el Caribe”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y UNICEF.

El índice es el mayor de la región sur, detrás de Paraguay (12%), Uruguay (10,3%) y Chile (9,8%).

Entre las causas del registro se ubican los alimentos ultraprocesados y el sedentarismo, intensificado por el uso excesivo de pantallas.

El dato no es aislado. A nivel mundial la obesidad infanto juvenil creció mucho en las últimas tres décadas. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) se trata de uno de los principales problemas de la salud pública del siglo XXI.

La última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) realizada, en 2019, por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, evidenció que el consumo de frutas frescas en el grupo de 13 a 17 años era de 21,4%, mientras que en el de 2 a 12 años, 36,3%. En el primer grupo la ingesta de verduras era de 32,4%, en el segundo, 29,6%. Los adultos, en tanto, expresaron una frecuencia de 33% y 40,8% para ambos alimentos, respectivamente.

Al respecto, la especialista en nutrición infantil Victoria Tiscornia indica que frente a este panorama “es urgente implementar políticas públicas para promover hábitos saludables desde la niñez”.

“La obesidad afecta especialmente a poblaciones con escasos recursos socioeconómicos. Que el entorno alimentario sea saludable pero además accesible y asequible requiere de la participación de toda la sociedad”, indicó e hizo referencia a la importancia de la Ley de etiquetado frontal, ya que advierte sobre qué alimentos tienen nutrientes críticos (alto contenido de azúcares, de sodio y de grasas saturadas) y regula la publicidad que reciben en medios, en envases, y en los entornos escolares.

Y alentó a los padres y madres, a “consumir lo menos posible los productos que tengan estos sellos”.

La norma se empezaría a aplicar en agosto o septiembre.