Jordan Neely, un hombre negro de 30 años, murió después de ser estrangulado por un ex militar en un subte de la ciudad de Nueva York. El agresor quedó libre luego de ser interrogado.
Según la policía, la víctima “gritaba y amenazaba a otros pasajeros”, hasta que uno lo dominó tomándolo del cuello hasta dejarlo inconsciente.
Así lo encontraron los agentes que llegaron al lugar y lo llevaron al Hospital Lenox Hill, donde murió.
El hecho ocurrió en la línea F, en un subte que viajaba en dirección norte en la estación Broadway-Lafayette en la tarde del lunes.
Un testigo filmó la escena y subió el video a las redes sociales. Durante 55 segundos, se ve como un hombre de camisa blanca patalea mientras tres pasajeros lo sujetan. Uno lo asfixia con sus brazos, mientras otros dos le sostienen los brazos y las piernas. El protagonista intenta respirar mientras pide que lo suelten.
Según declaraciones recogidas por medios estadounidenses, los testigos indicaron que el hombre de 30 años -identificado como Jordan Neely, imitador de Michael Jackson- gritaba que tenía hambre y sed, pero que no había atacado a nadie.
“No tengo comida, no tengo bebida, estoy harto. No me importa ir a la cárcel y recibir cadena perpetua. Estoy listo para morir”, dijo, según algunos testigos.
La policía adujo que Neely tenía arrestos previos por delitos que incluyen agresión, alteración del orden público y peleas, dijeron fuentes policiales.
The Washington Post identificó al hombre que estranguló al ahora fallecido como un exmarine, aunque su identidad permanece reservada.
Y agrega que habría practicado sobre la víctima una “chokehold” (estrangulamiento), una maniobra prohibida para los departamentos de policía desde la muerte de George Floyd, en 2021.
El vocero de la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA, por sus siglas en inglés), Tim Minton, aseguró que no había empleados en el vagón del subte cuando ocurrió el crimen.
Desde que asumió, en enero del año pasado, el alcalde Eric Adams anunció varias veces que duplicaría el número de agentes de la policía de Nueva York en el sistema subterráneo, como una manera de reforzar la seguridad para hacer frente a la violencia.
Dos días después del hecho, cuando se conoció la información, un grupo de manifestantes se reunió en la estación donde Jordan Neely fue asesinado
“Le quitaron la vida. Alguien que no tenía hogar, que luchaba con su salud mental. En este momento, mucha gente está enfurecida porque nuestro gobierno no está priorizando la vivienda”, dijo uno de los manifestantes.
“Es horrible que se llegue a este punto, a esta trágica pérdida de una vida, este enfoque de tratar a las personas como peligrosas o como una amenaza solo porque sufren necesidades tiene que terminar”, dijo Corinne Low, directora de la Iniciativa de Corazones Abiertos, una ONG que trabaja con personas sin techo.
“Jordan Neely fue asfixiado hasta la muerte por un extraño en el metro de la ciudad de Nueva York mientras atravesaba una crisis de salud mental. Innumerables sistemas de contencion le dieron la espalda a Jordan y lo llevaron a este momento, incluidas las percepciones de la comunidad sobre la enfermedad mental. Debemos terminar con la noción de que el comportamiento errático amerita una sentencia de muerte”, dijo la senadora neoyorquina Samra Brouk.
“Al igual que muchos otros, tengo preguntas sobre lo que sucedió antes y durante la crisis de salud mental de Jordan. ¿Dónde estaban los equipos de apoyo? ¿Alguien llamó a los números de emergencia? ¿Jordan necesitó alimentos, refugio y servicios de tratamiento en los días y semanas antes de su asesinato? Y lo más importante, ¿dónde estaba la compasión?”. reflexionó.
“La Red de Acción Nacional exige que el fiscal y la policía investiguen este horrible incidente como un posible caso de asesinato”, dijo el Reverendo Al Sharpton, una figura de los organismos de derechos humanos norteamericanos. “Hace treinta años, peleé en el caso de Bernard Goetz y no podemos regresar a un lugar donde el vigilantismo sea tolerable. No era aceptable entonces y no puede ser aceptable ahora”, afirmó.