En tanto, Taiwán acusó este sábado al ejército chino de simular un ataque a su isla principal, en el marco de los ejercicios militares en la zona que inició Beijing tras la visita a Taipéi de la dirigente estadounidense.
Y la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, anunció también este sábado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, será anfitrión en septiembre de una cumbre con los dirigentes de las islas del Pacífico, en un intento por contrarrestar la influencia de China en la región.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino advirtió que el viaje de Pelosi “interfirió seriamente en los asuntos internos de China y socavó seriamente su soberanía e integridad territorial”, por lo que se “impondrán sanciones” contra la legisladora y “su familia inmediata”.
China considera a la isla como propia e impuso sanciones contra varios funcionarios estadounidenses en los últimos años por haber actuado contra sus intereses y haberse pronunciado sobre los derechos humanos en lo relacionado con Hong Kong y la región de Xinjiang (noroeste).
En marzo, Beijing aplicó restricciones de visado a una lista no publicada de funcionarios estadounidenses a los que acusó de “inventar mentiras sobre cuestiones de derechos humanos que involucran a China”.
La Cancillería del gigante asiático informó que, debido a la visita de Pelosi, se suspenden las llamadas telefónicas en materia de seguridad y militar con altos cargos estadounidenses.
La cartera indicó que se procedió también a cancelar la reunión de trabajo prevista entre representantes de los ministerios de Defensa chino y estadounidense, al tiempo que anunció la suspensión de un encuentro del Mecanismo de Consulta de Seguridad Militar Marítima de China y Estados Unidos.
Además, quedan suspendidas las conversaciones sobre cambio climático, la cooperación para la repatriación de migrantes ilegales entre ambos países, el trabajo conjunto para la asistencia judicial y la lucha contra los crímenes transnacionales y el tráfico de drogas, detalló la agencia de noticias Europa Press.
Para Pelosi, es “ridículo” que la visita a Taiwán pueda perjudicar a la isla y aseguró que el objetivo de su gira asiática no es cambiar el “statu quo”, sino mantenerlo. En una conferencia de prensa en la embajada de Estados Unidos en Japón, última parada de su viaje por Asia, la legisladora indicó que la intención del viaje fue siempre “mostrar respeto” a los países visitados y “tener paz en el estrecho de Taiwán”.
Beijing continuó con los ejercicios militares alrededor de Taiwán que inició tras el viaje de la legisladora y la isla denunció que esas maniobras como “un simulacro de ataque” contra el territorio.
Las fuerzas de Taipéi “detectaron múltiples tandas de aviones y barcos comunistas realizando actividades alrededor del Estrecho de Taiwán (…). Se consideró que realizaban un simulacro de ataque a la isla principal”, indicó el Ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado.
China, por su parte, informó sobre “operaciones de contención” alrededor de la isla. “En las aguas alrededor de la isla de Taiwán, más de 10 destructores y escoltas de la marina del Comando Oriental se acercaron desde diferentes direcciones para realizar operaciones de contención”, informó el ejército chino en un comunicado citado por la agencia de noticias France Press.
Además, en una muestra de su poderío, divulgaron un video grabado por un piloto desde su cabina, que muestra cuánto se acercaron a Taiwán y una foto tomada supuestamente desde un buque de guerra en la que se veía claramente la costa de la isla.
La televisión estatal china CCTV informó que los misiles chinos volaron directamente sobre Taiwán durante las maniobras, aunque no fue confirmado.
Beijing también dijo que entre este sábado y el 15 de agosto realizará un simulacro con fuego real en el sur del mar Amarillo -situado entre China y la península de Corea.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Taiwán inició este sábado sus propios ejercicios con un despliegue de patrullas aéreas y buques de guerra.
La escala e intensidad de los ejercicios chinos generaron críticas en Estados Unidos y otros países. La Casa Blanca convocó al embajador chino en Washington para reclamarle por las acciones de Beijing.