Distintas eran las funciones antaño cuando: la recepción en puerto, el albergue, el control de la salud, la coordinación para el empleo y la residencia, eran ejes centrales de una política que diseñaba y ponía en marcha el arribo a aquella Argentina de puertas abiertas al mundo.
El proyecto de crear un museo de la inmigración reconoce como precursoras a las colectividades que, desde principios de la década del 70′ hasta la actualidad, persistieron en esta iniciativa, impulsando o acompañando las gestiones que con este fin se llevaron a cabo desde la Dirección Nacional de Migraciones.