La diva italiana Gina Lollobrigida falleció en Roma a los 95 años, luego de una carrera cinematográfica que le hizo ganar enorme popularidad en su país y que la proyectó a Hollywood.
Trascendió la pantalla grande junto a Sophia Loren en la época en que estaban de moda los concursos de belleza en todo el mundo, antes de que cambiaran los parámetros y la valoración sobre lo femenino.
Lollobrigida se presentó al concurso Miss Italia 1947. Salió tercera detrás de Lucia Bosé, futura esposa del torero Luis Miguel Dominguín y madre de Miguel Bosé, y de Gianna Maria Canale, una actriz que se casó con Riccardo Freda, quien además de ser su marido la dirigió mayormente en películas de dudoso valor artístico; de ahí que esté casi olvidada por el gran público.
Lollobrigida, que había buscado su destino en las artes plásticas y la fotografía, no sabía por entonces que iba a ser una estrella internacional, reconocida con galardones como los cinco premios David de Donatello que recibió por sus trabajos -dos de ellos honoríficos- , un Globo de Oro y con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
La artista italiana fue una de las invitadas de honor a la primera Muestra Internacional de Cine creada en el año 1954 en Mar del Plata y antecedente del festival que se extiende hasta nuestros días, durante el gobierno de Juan Domingo Perón.
Luigia o Luigina Lollobrigida nació en el municipio romano de Subiaco, el 4 de julio de 1927.
En 1949 se casó con su segundo esposo, Milko Skofic, un prestigioso médico yugoslavo con el que estuvo hasta 1971 y fue padre de su único hijo, Milko Skofic Jr, y ya entonces era conocida en Italia como “la Lollo” y caratulada como “La mujer más más bella del mundo”, como fue el título que rodó luego con Vittorio Gassman en 1955, ya en su plenitud.
En su apogeo protagonizó la espectacular “Trapecio” (1956), de Carol Reed, en Estados Unidos, al lado de Burt Lancaster, Tony Curtis y Katy Jurado, y donde se decía que actuaba con su malla de acróbata que disimulaba hábilmente su avanzado embarazo; a ese filme siguieron “Anna de Brooklyn”, con De Sica, y “La ley”, de Jules Dassin, ambas de 1958, hasta que llegó la bíblica “Salomón y la reina de Saba” (1959, en Estados Unidos), de King Vidor, famosa porque durante la filmación falleció el titular Tyrone Power, que tuvo que ser sustituido por Yul Brynner con peluca.
Actuó con Frank Sinatra en “Cuando hierve la sangre” (1959, en Estados Unidos), “Desnuda por el mundo” (1960) con Anthony Franciosa y Ernest Bognine, y “Tuya en septiembre” (1961), con Rock Hudson y Bobby Darin, que arrasó en las taquillas del mundo.
Ya a sus 35 años era una estrella indiscutible y volvió a Italia para rodar “La belleza de Hipólita” (1962), junto a Enrico Maria Salerno y la cantante Milva, y cruzó a Francia para la suntuosa “Venus imperial” (1962), de Jean Delannoy, con Stephen Boyd, y otra vez en su patria protagonizó “Mare matto” (1963), de Castellani, que fue su encuentro con Jean-Paul Belmondo.
A finales de la década de 1960 Lollobrigida comenzó a manifestar malestar por su carrera y su intención de dedicarse al fotoperiodismo: sus últimos aunque intensos trabajos fueron para Melvin Frank en Estados Unidos -“Buona sera, Mrs. Campbell” (1969) -, Bolognini en Italia – “Su apasionado noviembre” (1969) -, Jerzy Skolimowski en el Reino Unido- “El rey, la reina y el caballero” (1972), junto a David Niven-. En los 80 participó en la serie “Falcon Crest”.
Tras su alejamiento de las pantallas aportó toda su pasión a la fotografía y tuvo como modelos, entre otros, a Salvador Dalí, Paul Newman y Fidel Castro, pero su vida no encontró la paz. Tuvo algunos romances y su pareja Andrea Piazzola, 34 años menor, que administraba su amplia fortuna -unos 40 millones de euros – terminó invadiendo su casa mudándose con otra mujer y su propia hija.
Hasta su propio hijo Milko Jr. y su único nieto, Dmitri, que no querían esperar la herencia a su debido tiempo, la acusaron de senilidad ante los jueces para quedarse con sus propiedades, pero estos dictaminaron, cuando Gina tenía 93 años, que estaba en plena capacidad de tomar decisiones.