Marilina Bertoldi vuelve a pisar fuerte en la escena del rock nacional. Después de casi 3 años sin sacar música, y de un encierro obligado por la pandemia del coronaviru, lanzó su cuarto álbum de estudio: “Mojigata” y lo presentó con un show a la altura en el Luna Park.
Se trata del cuarto título en la discografía de la santafesia. Sucede a La presencia de las personas que se van (2014), Sexo con modelos (2016) y Prender un fuego (2018).
Este último disco fue el que le permitió ganar un Gardel de Oro y, acaso involuntariamente, convertirse en referencia ineludible del feminismo empoderado.
En su nuevo trabajo, Bertoldi presenta nueve canciones donde se cruzan el folk, el power blues, el rock, el funk, las melodías pop y bastante más entre historias de amor, deseo, locura y desencantos. La cantante, compositora y multiintrumentista también se hace cargo de la producción y propone un viaje introspectivo por sus emociones que se entrelazan entre múltiples capas de voces y arreglos.
“El disco se llama así porque me gustaba como contrastaba con mi imagen. También es quien yo vengo siendo para sobrevivir en mi pueblo, tuve que cuidarme mucho de no mostrarme, de no ser quien yo soy ni quien era. Creo que hay un momento que es clave para descubrirse y conocerse que es la niñez y la adolescencia. Y yo no tuve eso. Creo que MOJIGATA fue la forma cariñosa y en chiste de terminar esa época, definirla, tratar de resolverla”, dijo la joven antes de su presentación en el mítico estadio porteño.
Acompañada de una banda compacta y poderosa, la artista recorrió su nuevo álbum en el escenario. El maquillaje, el vestuario y la escenografía abonaban a una concepto erótico, místico y poderoso que la acompañó durante toda la noche, hasta un cierre épico.
Con la participación especial de su hermana Lula, frontwoman de Eruca Sativa, Bertoldi también se animó a salir de la norma rockera, cuando hizo un cover de “Inevitable” de Shakira, recibido con fascinación por un público cálido y comprometido.