Internacional

Miles de migrantes intentan llegar a Estados Unidos

La caravana, término por el que se conoce a las migraciones organizadas, partió a principios de semana desde la localidad mexicana de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala. El debate migratorio es uno de los desafíos de la administración Biden, y también ocupará titulares en la Cumbre de las Américas.

Miles de migrantes de dieciocho nacionalidades atraviesan México rumbo a Estados Unidos, donde planean solicitar asilo y asentarse. Aunque las primeras estimaciones hablaban de 15.000 participantes, en mayoría jóvenes y familias, autoridades y voluntarios de ONG que los asisten advierten que se trata de un número sustancialmente menor.

Se trata de la séptima caravana que este año busca salir de Tapachula, una ciudad mexicana de la frontera con Guatemala. Desde allí partieron los migrantes su caminata que los llevará por miles de kilómetros hasta el país del norte. Honduras, Cuba, Haití, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Guatemala son los países de origen de la mayoría.

Un grupo regional de inmigración, Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en México, dijo en un boletín que el grupo incluía principalmente familias y niños “que exigen acceso a los trámites migratorios y un trato digno por parte de las autoridades”.

Los integrantes de la columna humana demandan al Gobierno de México que les brinde libre tránsito y se les otorgue las visas para gozar de manera gratuita de educación, servicios médicos, además de programas de alimentación, empleo temporal y hasta apoyos económicos.

En respuesta, el gobierno mexicano, a través del Instituto Nacional de Migración (INM) aceptó dar documentos a la mayoría, aunque advirtió que los migrantes no se plantean desistir de su caminata rumbo al norte, informa el periódico ‘El Universal’. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México ha pedido medidas cautelares a autoridades tanto federales como estatales para protegerlos.

La migración se ha disparado recientemente en toda la región, fruto de la violencia, la inseguridad, los efectos adversos del cambio climático, las crisis políticas y las consecuencias de la COVID-19, según la ONG, que recuerda que el objetivo generalizado de estas personas sigue siendo llegar a suelo estadounidense. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) calcula que las solicitudes de refugio en México se han disparado un 255 por ciento, principalmente por los r repuntes derivados de Haití, Honduras y Cuba, entre otros países, mientras que las autoridades de Estados Unidos han asegurado que sólo entre enero y abril han interceptado a más de 47.000 menores no acompañados.

Un tema de la Cumbre

Esta caravana ejerce más presión sobre la Cumbre de las Américas, que se celebra entre esta semana en Los Ángeles, Estados Unidos. En esta cita, que tiene como prioridad la migración, abuscará un acuerdo regional en política migratoria. Aunque la ausencia de actores claves para ese diálogo, como López Obrador, dificulta al arribo de resoluciones.

El mismo efecto tiene la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, países que además encabezas la lista de naciones expulsoras de migrantes.

“Hoy le decimos a los mandatarios de Estados Unidos y de cada uno de los países que se reúnen en la Cumbre de las Américas: las familias migrantes no somos moneda de cambio de intereses ideológicos y políticos”, declaró Luis García, de la ONG Dignificación Humana, que acompaña a los emigrantes.

“Caminamos por nuestra libertad, porque tenemos derecho a migrar”, añadió.

Sobre la composición de la caravana, García comentó que en el contingente participan “126 mujeres embarazadas, casi 3.000 niños y menores de edad, 3.000 mujeres, 67 minusválidas y criaturas especiales, además de 3.500 hombres. Los demás son infiltrados”.

Una de las posibles estrategias que Estados Unidos quiere proponer en la Cumbre es la de externalizar o delegar el asilo de migrantes. Tal como el Reino Unido acordó hacerlo con Ruanda, la Casa Blanca ve con buenos ojos la posibilidad de pagarle a un tercer país para que acoja a los migrantes centroamericanos que llegan a sus fronteras. Libia y España, esta última invitada sorpresiva de la Cumbre.