Nuestra compañera Sandra Ceballos, especializada en Pueblos Indígenas, abordó el tema destacando el rol de las comunidades frente al terrorismo de Estado. Además, contó la historia de algunos de sus referentes, víctimas de la dictadura.
Avelino Bazán fue un trabajador minero del norte argentino, diputado, sindicalista y militante peronista. Luego de ser detenido por la dictadura por su compromiso social, fue uno más de los 30.000 desaparecidos que dejó aquel triste período. Hoy, continúa desaparecido.
Otra historia es la de Sergio Wenceslao Copa nacido en San Ramón de la Nueva Orán, Salta en 1956. Cuando fue secuestrado por la dictadura tenía 20 años y militaba en la Juventud Peronista. Continúa desaparecido. En 2009, el Concejo Deliberante de su ciudad natal designó, a pedido de los organismos de Derechos Humanos, 7 calles con el nombre de los desaparecidos y asesinados del lugar. Una de ellas lleva el nombre del “Militante Peronista Sergio W. Copa”.
Horacio Canelo, fue otro militante peronista descendiente del pueblo originario comechingón y trabajador en Obras Sanitarias de la Nación. El 12 de junio de 1979 las Fuerzas Armadas irrumpieron en su domicilio de Yataytí Corá 689, Barrio Mafequín, ciudad de Córdoba capital, mediante un operativo ilegal de detención y posterior desaparición forzada. Tenía 29 años.
De Roca a Videla: dos genocidios a pueblos indígenas.
El próximo 19 de abril comenzará el juicio por la verdad por la Masacre de Napalpí, un debate oral y público que investigará como crímenes de lesa humanidad el fusilamiento de miembros de las comunidades qom y moqoit en 1924 en Chaco.
Las audiencias serán con participación popular. Está abierta la convocatoria para sumar testimonios que ayuden a esclarecer los hechos.