
Al menos 69 murieron en un terremoto que sacudió el centro de Filipinas.
“Estamos recibiendo cifras adicionales de víctimas reportadas, por lo que la situación es muy fluida. Recibimos informes de que hasta 60 personas habrían fallecido en este terremoto”, declaró a la prensa de Manila Rafaelito Alejandro, subdirector de la Oficina de Defensa Civil del Gobierno.
El sismo superficial se produjo a las 21:59 del martes en el extremo norte de la isla, cerca de Bogo, una ciudad de 90.000 habitantes, indicó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Los rescatistas locales informaron previamente de fallecimientos en Bogo, así como en el cercano municipio de San Remigio.
“Podría haber personas atrapadas bajo los edificios derrumbados”, declaró a la agencia de noticias AFP Wilson Ramos, funcionario provincial de rescate, citando las labores de rescate en curso en San Remigio y Bogo.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) había reportado una magnitud de 7.0, antes de revisarla a la baja, mientras que el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico afirmó que no existía amenaza de tsunami por el terremoto.
Los movimientos telúricos ocurren casi a diario en Filipinas, país situado en el “Anillo de Fuego” del Pacífico, un arco de intensa actividad sísmica que se extiende desde Japón, a través del Sudeste Asiático y la cuenca del Pacífico.
La mayoría son demasiado débiles para ser percibidos por los humanos, pero los fuertes y destructivos ocurren de forma aleatoria, sin tecnología disponible para predecir cuándo y dónde podrían ocurrir.