La coalición reúne, además del PT, a la federación “Brasil de la Esperanza” con la presencia del Partido Comunista y el Partido Verde.
De acuerdo a sucesivas encuestas, Lula tiene una amplia ventaja sobre el segundo lugar, el actual presidente Jair Bolsonaro, quien también buscará el 2 de octubre la reelección y anunciará su postulación el próximo domingo.
Los sondeos le dan al líder del PT un 45% de intención de voto frente al 30% de Bolsonaro. En un lejano tercer lugar se ubica Ciro Gomes, del Partido Democrático Laboralista (PDT), que sólo cuenta con un 10% de apoyos.
Si bien ha recuperado su imagen después de la pandemia, Bolsonaro sigue manteniendo más del 40% de rechazo a su gestión.
La guerra en Ucrania, también ha provocado en Brasil una disparada de los niveles inflacionarios. Para contrarrestar la pérdida del poder adquisitivo, Bolsonaro inyectó un aumento de las ayudas sociales hasta el mes de diciembre.
La estrategia electoral de Lula con la elección de su histórico rival, Alckimn, como candidato a la vicepresidencia, busca abarcar una propuesta lo más amplia posible sin “bolsonaristas” y que incluya a sectores de la centroderecha brasileña.
Algunos analistas brasileños ven factible un escenario de tensión si Lula se proclama ganador. Consideran que Bolsonaro podría llegar a desconocer un eventual triunfo del líder del PT.