Revelaciones en la causa

Lucas González: una policía admitió que “plantaron” un arma en la escena del crimen

Una policía de la Ciudad de Buenos Aires describió en la causa por el homicidio del joven futbolista de Barracas Central Lucas González que un inspector de esa fuerza de seguridad le reconoció, en una conversación privada que mantuvieron el mismo día del crimen, que el arma de juguete hallada en el vehículo en el que se desplazaban las víctimas fue “plantada”.

La policía Daniela Lozano fue convocada para declarar como testigo en la causa, pero la fiscalía resolvió interrumpir la exposición ante la posibilidad de que se autoincriminar luego de que relatara cómo uno de sus superiores, el inspector Héctor Cuevas le confirmó que sus colegas colocaron un arma de juguete en el auto que transportaba al adolescente y a sus compañeros de Barracas Central.

Lozano, -pareja de otro imputado que no está procesado ni detenido, el también policía Lucas Varas- estaba declarando por Zoom ante el auxiliar de la fiscalía Lucas Estévez cuando fue interrogada sobre las circunstancias del hecho.

El asesinato de Lucas ocurrió el 17 de noviembre pasado cuando la víctima y tres amigos salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.

Los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar. Los policías Isassi, Nieva y Lopez les dispararon y quedaron procesados por el delito de homicidio.

En total hay 12 policías detenidos, tres por el homicidio y los restantes por encubrimiento del crimen.

En su declaración de los hechos, la policía Lozano afirmó que estaba patrullando en una plaza cercana al lugar donde fue asesinado Lucas González, escuchó las detonaciones y llegó hasta el lugar, pero le ordenaron que fuera a bloquear el tránsito.

No obstante, describió que entre las 20 y las 21 de aquel 17 de noviembre de 2021 mantuvo un contacto con el inspector Héctor Cuevas, hoy procesado y detenido por encubrimiento.

“Con Cuevas hablé a la noche, entre las ocho y las nueve. Él me manda dos fotos, como cuando uno le saca a una tele, así. Yo le comento lo que había visto y lo que decían en las reuniones de los policías. Le pregunté si era como decían los polis, que le habían puesto una réplica. Él me dice ‘se la pusieron’”, describió Lozano.

“Después le pregunté cómo estaba el chico y me dijo: ‘tiene muerte cerebral’. Le dije que yo había escuchado cinco disparos y él me dice que fueron más, que entre los tres fueron como 20”, añadió.

Ante esa afirmación, el auxiliar fiscal advirtió que debía interrumpir la declaración por la posibilidad de que Lozano terminara por involucrarse, bajo juramento de decir verdad, en la participación en un delito.

Ello suscitó una controversia entre el abogado Gregorio Dalbón, quien representa a la querella de Lucas González, y los abogados defensores de varios de los policías detenidos por el encubrimiento.

El fiscal de la causa, Leonel Gómez Barbella, había pedido la indagatoria de la pareja de Lozano, el policía Varas, pero el planteo fue desestimado por el juez Martín Del Viso.

El relato de su pareja podría eventualmente incriminarla a ella y también profundizar la investigación en torno a Varas, por lo que la fiscalía finalmente tomó la decisión de interrumpir la declaración para evaluar si formula o no una nueva imputación.

Los abogados defensores insistieron en la necesidad de la declaración de Lozano “para esclarecer los hechos”.

Durante el primer tramo de su relato, Lozano había dicho que vio a los policías disparando, especialmente a uno a quien no conocía pero describió como “el gordito”, que terminó siendo Gabriel Isassi, detenido como uno de los presuntos autores materiales del homicidio.