El nuevo Papa

Leon XIV y los deportes: afición por el tenis y su pasión de hincha

El nuevo papa se considera “un tenista aficionado”, pero como espectador también sigue otros deportes: de su paso por Perú, el fútbol, y de su país natal, el béisbol

Leon XIV y los deportes: afición por el tenis y su pasión de hincha

“Me considero un tenista aficionado”, declaró Robert Prevost, el papa León XIV en una entrevista hace algunos años atrás. Y añadió: “Desde que salí de Perú, he tenido pocas oportunidades de practicar, así que estoy deseando volver a la cancha”.

A sus 69 años, el Papa conserva estado físico, pero es poco probable que su nuevo puesto le deje tiempo para practicar deportes.

Sin embargo, el Vaticano tiene canchas de tenis, y hasta fue sede de un Abierto. La vida deportiva de la Santa Sede es protagonizada especialmente por quienes allí viven: clérigos, empleados y guardias suizos.

En 1978 organizó el Torneo de la Amistad, cuyo vencedor fue Giovanni Battista, futuro cardenal. El segundo puesto fue para el también cardenal Roberto Tucci, y el tercer lugar se lo llevó el guardia suizo Peter Hasler.

Para los posteriores certámenes se agregaron los empleados de la Santa Sede.

Para 1985 el tenis alcanzó la cúspide con la organización del Open Vaticano, que contó con la presencia simbólica del doble campeón del Campeonato Francés, Nicola Pietrangeli.Dicho torneo se dejó de celebrar años después, pero el 2008 volvieron a realizarse eventos por iniciativa de los empleados de los Museos Vaticanos.

El Papa y la pelotita

Respecto al fútbol, el deporte más importante en todo el mundo y en Perú, donde el pontífice misionó por años, todo indica que Prevost es aficionado de Alianza Lima, uno de los más grandes del país.

Los hinchas de Juan Aurich, equipo con sede en Chiclayo, la diócesis que comandaba León XIV, ponen esa afirmación en tela de juicio.

De ser aliancista, el Papa tendría algo en común con su predecesor, Francisco: ambos habrían tenido a Pipo Gorosito como DT de sus equipos.

Mientras, en Estados Unidos dicen que simpatiza por Chicago Fire, el equipo de su ciudad natal que milita en la MLS.

El equipo de béisbol del Papa

Chicago, la ciudad natal de León XIV, está dividida en dos: los Cubs y los White Sox son los dos equipos de béisbol que enloquecen a distintos segmentos.

Ayer, ABC News informó que el cardenal Robert Prevost, nombre de nacimiento del papa, era de los Cubs. A partir de esa mención, los seguidores del equipo del North Side comenzaron a celebrarlo como uno de los suyos.

Sin embargo, sus hermanos, que ayer dieron amplias declaraciones a los medios que los requirieron, se encargaron de disipar la confusión: el Papa es un fanático de los White Sox.

Un medio local, incluso, recuperó una vieja foto de su archivo periodístico, donde se puede ver a Prevost en las gradas durante la serie mundial de 2005.

Así, el entonces cura agustino no se quiso perder una oportunidad histórica: ver a los White Sox campeones por primera vez en 88 años, tras vencer a los Astros de San Diego.

Los Papas y el deporte

El Concilio Vaticano II se promulgó la Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual en donde se estableció que la manifestación deportiva ayudaba tanto “al equilibrio espiritual como al establecimiento de relaciones fraternas entre los hombres”.

Esa enseñanza fue plenamente adoptada por los pontífices modernos.

Conocido como el «Atleta de Dios», Juan Pablo II pronunció 120 discursos sobre el deporte, y había sido arquero y esquiador en su juventud.

Benedicto XVI, hincha del Bayern Munich de su Alemania natal, supo bendecir la realización de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Francisco, fanático de San Lorenzo, también destacaba el deporte como herramienta pastoral: durante su pontificado fundó Scholas Occurrentes, una red de escuelas a nivel mundial que utiliza al deporte como uno de los recursos de integración.