El Festival del Bien Público

Las mejores campañas para generar conciencia sobre seguridad vial

El no uso del casco, la complicada convivencia entre automovilistas y ciclistas, el respeto a las velocidades máximas y los consumos problemáticos en los conductores son algunos de los factores que rodean esta problemática, ¿cómo se piensa una campaña?

observar las distintas campañas publicitarias sobre seguridad vial, una problemática de fuerte impacto en nuestro país, ya que se produce un promedio de diez decesos por día en siniestros evitables.

Además, ciertas lesiones pueden acarrear secuelas graves, recuperaciones largas, perjuicios laborales y también costos importantes para la familia y para el sistema de salud.

¿Son efectivas las campañas de seguridad vial? ¿Qué aporta la creatividad publicitaria en esta problemática global?son algunos de los interrogantes que el Festival del Bien Público intentará despejar, con la participación de Joaquín Campins, director general creativo de BBDO; Fernando Croceri, miembro de la Asociación Argentina de Volantes y la presidenta de ACTIVVAS, Ema Cibotti.

Además, estará Ezequiel Lo Cane, papá de Justina, con quien se abordará Testamento infantil, la reciente campaña que busca generar conciencia acerca de la donación de órganos de menores de 18 años.

Siniestralidad vial, un problema de salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hoy en día muere más gente por causa de los siniestros viales que por enfermedades como el HIV o  la tuberculosis. Además, las lesiones causadas por el tránsito son una epidemia desatendida, sobre todo en los países en desarrollo.

Cada año se pierden aproximadamente 1,3 millones de vidas a consecuencia de estas lesiones. Entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, y muchos de ellos provocan una discapacidad.

Las lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para las personas, sus familias y los países en su conjunto. Esas pérdidas son consecuencia de los costos del tratamiento y de la pérdida de productividad de las personas que mueren o quedan discapacitadas por sus lesiones, y del tiempo de trabajo o estudio que los familiares de los lesionados deben distraer para atenderlos. Las colisiones debidas al tránsito cuestan a la mayoría de los países el 3% de su PIB.