El 13 de marzo de 2013 Jorge Bergoglio se convirtió en el primer papa jesuita, y el primero proveniente del hemisferio sur. Es el primer Pontífice originario de América, y el primero no europeo desde 741. Eligió llamarse “Francisco” luego de que el humo blanco saliera desde la basílica del Vaticano aquel día y llega a los 10 años de pontificado con 86 años.

Por eso, brindó entrevistas a una televisora suiza y una publicación argentina, donde tuvo definiciones fuertes.

Argentina

En diálogo con Daniel Hadad, el Papa dijo que está dispuesto a visitar nuestro país, pero que no puede hacerlo “en un año electoral”. En 2017, dijo, estuvo a punto, pero hubo dificultades de cronograma. “Entonces tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando [de] la coyuntura”, relató Bergoglio. “No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad”, afirmó.

En la misma entrevista, admitió que siente “nostalgia de Buenos Aires” y que extraña “callejear” como lo hacía en su ciudad natal, al tiempo que admitió que esas excursiones en la urbe porteña determinaron claves de su apostolado, como su actitud ante las personas privadas de su libertad. “Cuando tenía que tomar el colectivo que estaba frente a la cárcel de Devoto, en la fila eran casi todas madres de reclusos. Entonces pensaba lo que sentirían esa mujer y ese hijo. Eso fomentó en mí una especial cercanía a los presos”, contó.

“La iglesia es para todos”

Cuestionado sobre su postura respecto a la integración de personas LGBTI+ a la Iglesia, el Papa eligió referirse a las “personas con tendencia homesexual”, diferenciándolas tácitamente de aquellas que viven la orientación sexual y la identidad de género libremente, en consonancia con lo prescripto por el catecismo católico.

Pero les abrió una puerta.

“La gran respuesta la dio Jesús: todos. Todos. Adentro todos. Cuando los exquisitos no quisieron ir al banquete: vayan ahí al cruce de caminos y llamen a todos. Buenos, malos, viejos, jóvenes, chicos: todos. Todos. La iglesia es para todos. Y cada uno resuelve sus posturas ante el Señor con la fuerza que tenga. Esta es una iglesia de pecadores. La iglesia de santos no sé dónde está, acá somos todos pecadores. ¿Y quién soy yo para juzgar a una persona si tiene buena voluntad? Si es más bien de la pandilla del diablo, bueno, a defender un poquito. Pero hoy día se pone mucho la lupa sobre este problema. Creo que hay que ir a lo esencial del evangelio: Jesús llama a todos y cada uno resuelve su relación con Dios como puede o como quiere. A veces [uno] quiere y no puede, pero el Señor espera siempre”, pontificó.

Sobre la posibilidad de las personas divorciadas de acceder a determinados sacramentos, como la eucaristía, el argentino aconsejó “a los matrimonios separados que vayan a su obispo, que vayan y le presenten su situación”, al tiempo que, remitiéndose a las enseñanzas de su antecesor, Benedicto XVI, aseguró “que gran parte de los matrimonios por iglesia son inválidos por falta de fe”, aunque no recurran al divorcio.

El celibato

El papa Francisco aseguró hoy que se podría revisar la disciplina del celibato, al considerar a la norma en la iglesia occidental como “una prescripción temporal”.

“En la Iglesia Católica hay sacerdotes casados: todo el rito oriental es casado. Todo. Todo el rito oriental. Acá en la Curia tenemos uno, hoy mismo me lo crucé, que tiene su señora, su hijo”, planteó el pontífice en una entrevista con Infobae al ser consultado sobre el celibato.

Si bien consideró que no cree que revisar la norma pueda hacer que más gente se sume al sacerdocio, sí sostuvo que “no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar.”

“El celibato en la iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido; no es eterna como la ordenación sacerdotal, que es para siempre, te guste o no te guste. Que dejes o no dejes es otro tema, pero es para siempre”, amplió Francisco.

Así, en un marco en el que aseveró que “en cambio el celibato es una disciplina”, respondió que podría revisarse.

“De hecho todos los de la iglesia oriental están casados. O los que quieren. Ahí hacen una opción. Antes de la ordenación la opción por casarse o por ser célibes”, argumentó.

El pedido para la revisión del celibato es encabezado por la Iglesia alemana, que en su Asamblea Sinodal de esta semana votó casi por unanimidad del texto de acción “El celibato de los sacerdotes – confirmación y apertura“, incluidos 44 de los 60 obispos que participaron del denominado Sínodo de la institución germana.

Ucrania y “la industria de la guerra”

“A nosotros esta guerra nos duele mucho porque la tenemos al lado, pero el mundo está en guerra desde siempre”, reflexionó el Papa cuando le preguntaron por el conflicto en Europa del Este.

“Nos olvidamos de Yemen, por ejemplo. Los chicos del Yemen. Nos olvidamos de los rohinyá, Myanmar, todo ese drama de guerra. Nos olvidamos de Goma, al norte del Congo, y Ruanda. Claro, como esta guerra es del barrio de al lado, ya la tenemos cerquita, nos llama la atención. Pero no paramos de guerrear”, aseguró.

En esa misma entrevista reveló que pidió reunirse con Vladimir Putin y que el presidente indio, Narendra Modi, podría gestionar una salida negociada.

Además, Francisco afirmó que Ucrania es “el campo de batalla” de las grandes potencias, que están “involucradas” en lo que denominó “la tercera guerra mundial”.

“En poco más de 100 años ha habido tres guerras mundiales: 14-18, 39-45 y esta que es una guerra mundial”, planteó el pontífice en una entrevista con la cadena televisiva suiza RSI publicada hoy.

Para Francisco, esa tercera guerra “comenzó de a pedazos y ahora nadie puede decir que no es mundial”. “Las grandes potencias están todas involucradas. El campo de batalla es Ucrania, allí luchan todos”, sentenció el Papa.

“Esto hace pensar en la industria de las armas. Es un mercado: se hace la guerra, se venden las armas viejas, se prueban las nuevas”, lamentó.

Celebraciones en Argentina

Con misas en el santuario de Nuestra Señora de Luján, encuentros interreligiosos y celebraciones en todo el país se conmemorarán durante los próximos días los 10 años de pontificado del papa Francisco.

Durante el fin de semana, el epicentro de las celebraciones será la ciudad bonaerense de Luján, donde los denominados “Hogares de Cristo” -una iniciativa pastoral de los curas villeros para población vulnerable- celebrarán además sus primeros 15 años de vida, cerrando una marcha federal que recorrió el país durante todo un año.

La federación que nuclea a los hogares, que encabeza el padre José María ‘Pepe’ Di Paola, organizó para el sábado al mediodía en el Cabildo de Luján la firma del compromiso “Ni un pibe, ni una piba menos por la droga”, a la que fueron invitados dirigentes políticos, sociales y de derechos humanos.

El acta ya fue firmada en la semana por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y se espera que el sábado se sumen otros referentes políticos y sociales.

Junto a Cáritas Argentina y la Unión de Clubes Parroquiales, a las 16.30 habrá una marcha desde la rotonda de Luján -en avenida de Luján y Pellegrini- hacia la basílica, donde a las 18 se celebrará una misa, que encabezarán el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea y Di Paola.

Con el lema “En unión y con alegría, junto al Papa Francisco, un argentino mundial”, la misa será concelebrada por medio centenar de curas villeros y de barrios populares.

En ese marco, se conocerá un mensaje enviado por el papa Francisco para la ocasión y luego, desde las 20, en la plaza Belgrano frente a la Basílica habrá un cierre musical con las actuaciones de los artistas Ramón “Palito” Ortega y Nahuel Pennisi.