Miguel Ángel Russo falleció el 8 de octubre pasado a los 69 años tras varios años de batallar contra un cáncer de próstata. Sus cenizas fueron esparcidas este jueves en el estadio Alberto J. Armando, más conocido como “La Bombonera”, durante una ceremonia privada.
Por expreso pedido del ex técnico, sus cenizas también serán esparcidas en los estadios de Estudiantes de La Plata, club en el que jugó profesionalmente, y en los de Lanús y Rosario Central, donde ejerció la dirección técnica.
Luego el velorio realizado en “La Bombonera”, los restos de Russo fueron trasladados a un cementero privado de la localidad bonaerense de Pilar, donde su cuerpo fue cremado.
Desde el primer momento, Juan Román Riquelme y la dirigencia de Boca se mostraron a disposición de la familia de Russo. En sintonía con este reconocimiento, se supo que el de Centro de Entrenamiento de Ezeiza, conocido popularmente como “Boca Predio”, será rebautizado oficialmente como Carlos Bianchi; en una medida que busca inmortalizar el legado del ex entrenador en el lugar donde se entrena el plantel profesional y se forman las futuras generaciones del club, asociando su nombre al éxito y a la identidad xeneize.