El presidente Vladimir Putin dijo el viernes que el 95% de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia fueron modernizadas, y que la Fuerza Aérea “acaba de recibir cuatro nuevos bombarderos supersónicos con capacidad nuclear”, en una alocución donde se refirió extensamente a lo que dijo eran los logros del complejo militar-industrial de su país.
“Incorporando nuestra experiencia real de combate, continuaremos fortaleciendo las Fuerzas Armadas en todas las formas posibles, incluidos los esfuerzos continuos de reequipamiento y modernización”, dijo Putin.
“Hoy en día la proporción de armas y equipos modernos en las fuerzas nucleares estratégicas ya alcanza el 95 por ciento, mientras que el componente naval de la ‘tríada nuclear’ alcanza casi el 100 por ciento”, añadió.
Fue durante un discurso grabado para conmemorar el Día anual del Defensor de la Patria de Rusia, que celebra a las fuerzas armadas, un día después de volar en un bombardero estratégico modernizado con capacidad nuclear Tu-160M.
El avión, conocido como “Cisne Negro” en Rusia, es uno de los más grandes y pesados del mundo y tiene capacidad nuclear.
El alcance del bombardero le permitiría llegar a Estados Unidos con más de una decena de armas nucleares, por lo que esta acción del mandatario ruso fue percibida como una amenaza en Occidente.
En vísperas del segundo aniversario del inicio de la guerra en Ucrania, el líder ruso elogió a los soldados que lucharon allí en lo que llamó una “operación militar especial”, aclamándolos como héroes que luchan por “la verdad y la justicia”.
También depositó una corona de flores en la tumba del soldado desconocido al pie del muro del Kremlin para honrar a los que han caído en la batalla.
Las declaraciones de Putin llegan en una semana pesada: por un lado, Estados Unidos le impuso nuevas sanciones a Rusia, al considerar que el Kremlin es responsable de la muerte del opositor Navalny en una de sus colonias penales en el Ártico.
Por otro lado, también se produce a días de que la guerra en Ucrania entre en su tercer año, el conflicto se definirá no sólo en el campo de batalla -donde el ejército ruso acumuló avances significativos recientemente- sino también en las capitales occidentales y otros lugares alejados de las líneas del frente, donde Kiev busca apoyo traducido en armamento y financiación.
Armas en el espacio
La semana pasada, funcionarios estadounidenses dijeron que Rusia estaba desarrollando una nueva arma antisatélite “preocupante” que aún no había desplegado. Los informes de los medios estadounidenses dijeron que estaba basado en el espacio y armado con una ojiva nuclear.
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que la administración estadounidense se estaba tomando el asunto “muy en serio” y que el presidente Joe Biden ya había ordenado un “compromiso diplomático directo con Rusia” por la amenaza.
Rápidamente, el Kremlin negó que estuviera desarrollando capacidad nuclear espacial. Moscú está “categóricamente en contra” del despliegue de armas nucleares en el espacio, afirmó el presidente Putin.
Sus comentarios se produjeron durante una reunión televisada con su ministro de Defensa, quien también negó que Rusia tuviera esos planes.
Asimismo, Putin pidió que se respeten los acuerdos internacionales sobre armamento espacial y dijo que Rusia se había ofrecido muchas veces a trabajar conjuntamente para fortalecerlos.
“Nuestra posición es clara y transparente. Siempre hemos estado categóricamente en contra del despliegue de armas nucleares en el espacio y todavía lo estamos”, afirmó.