Europa

La UE se apresta a ratificar el acuerdo comercial con el Mercosur

La Comisión Europea puso en marcha hoy el proceso de ratificación del acuerdo comercial con el Mercosur, a pesar de la reticencia de Francia.”Se trata de un acuerdo beneficioso para todas las partes, con ventajas significativas para los consumidores y las empresas” de ambos continentes, dijo Úrsula Von der Leyen.

La UE se apresta a ratificar el acuerdo comercial con el Mercosur

La Comisión Europea pone en marcha este miércoles el proceso de ratificación del acuerdo comercial con los países del Mercosur, que enfrenta la reticencia de Francia y tendrá que ser aprobado por los 27 países del bloque y el Parlamento Europeo.

La validación, ya hecha por parte de los comisarios europeos hoy, es el primer paso antes de someter este tratado de libre comercio a los Estados miembros y a los eurodiputados en los próximos meses.

El proceso de ratificación coincide con la tormenta política en Francia, donde el gobierno podría caer el próximo lunes si el primer ministro, François Bayrou, no supera una moción de confianza.

Según una fuente europea, Bruselas quiere actuar con rapidez y espera alcanzar un acuerdo con los veintisiete estados miembro antes de que termine 2025, mientras el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ocupe la presidencia rotatoria del Mercosur.

El vicepresidente del Gobierno polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, aseguró este miércoles que su país está “luchando por formar una minoría de bloqueo” que impida ratificar el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el bloque sudamericano Mercosur, cuyo texto está previsto que apruebe hoy la Comisión Europea (CE).

Polonia y Francia se pronunciarán en contra del acuerdo, por lo que la decisión de Italia de unirse o no a este grupo es importante de cara al resultado final, aunque aún sería insuficiente, pues se requiere el voto contrario de al menos cuatro Estados miembros para paralizar el proceso de ratificación.

Para evitar un bloqueo prolongado, se decidió que la ratificación requiera solo una mayoría calificada entre los países miembros (al menos 15, y que representen el 65% de la población de la UE) y la aprobación del Parlamento Europeo, en lugar de la unanimidad de los parlamentos nacionales.

El acuerdo

Este acuerdo debe permitir entre otros que la Unión Europea exporte más automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. A cambio, facilitaría la entrada de carne, azúcar, arroz, miel o soja latinoamericanos, con el riesgo de debilitar algunos sectores agrícolas europeos.
Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, “se trata de un acuerdo beneficioso para todas las partes, con ventajas significativas para los consumidores y las empresas” de ambos continentes.

Sin embargo, desde que concluyeron las negociaciones el pasado mes de diciembre, los sindicatos de agricultores europeos se han mostrado muy críticos.

“La lucha continúa”, advirtió el lunes el principal sindicato agrícola francés (FNSEA), en un llamamiento al presidente Emmanuel Macron.

Bruselas necesita ampliar sus márgenes de autonomía ante un paradigma global en crisis.

En los últimos años los cambios geopolíticos y los conflictos internacionales han incrementado su dependencia externa en áreas como “la energética (respecto de Rusia), seguridad (respecto de Estados Unidos, dado su rol preponderante en la Organización del Tratado del Atlántico Norte) y tecnología (respecto de China)”, tal como señalaron Viviana Barreto y Dörte Wollrad en un artículo de la revista Nueva Sociedad.

Los vastos recursos naturales y agropecuarios del Mercosur, y su mercado de más de 250 millones de personas, aparecen en este contexto como una oportunidad para sortear —al menos parcialmente— esos problemas.