A lo largo y a lo ancho de toda China, cada plaza y calle se vistió de rojo para celebrar los 75 años desde la instauración de la República Popular.
La fiesta nacional comenzó al amanecer, con una ceremonia de izamiento de bandera en la Plaza de Tian’anmen de la capital, Beijing.
Más de 120.000 personas se reunieron en la plaza. Muchos llegaron durante el transcurso de la noche, y algunos esperaron casi 15 horas para presenciar la ceremonia de izamiento de bandera. Los presentes dijeron que sintieron “un fuerte sentido de patriotismo” mientras la guardia de honor del Ejército Popular de Liberación (EPL) escoltaba la bandera nacional.
En las principales calles de Beijing había un ambiente de celebración. Enormes cestas de flores e instalaciones decorativas se colocaron en la plaza Tian’anmen y otros puntos de la ciudad, atrayendo a turistas que tomaban fotos mientras disfrutaban de la fiesta con su familia.
En Wuhan, la capital de la provincia de Hubei, jóvenes artistas interpretaron canciones patrióticas para expresar sus mejores deseos para el país, con una forma especial de izar la bandera nacional.
Los eventos nocturnos también han estado proporcionando un ambiente festivo en varias ciudades. Ha habido espectáculos de luces en Guiyang, en la provincia suroccidental china de Guizhou.
Algunas personas visitaron museos y lugares relacionados con la revolución, y otras recordaron su servicio militar.
Más al este, en la aldea de Xiatan, en la provincia de Jiangxi, las celebraciones comenzaron con una hoguera. Los turistas se unieron a los aldeanos para bailar en círculo, expresando la esperanza de un mañana mejor con las costumbres populares que se han practicado durante más de 800 años.
Miles de estudiantes de la escuela secundaria de Qicheng, en Shandong, mostraron un impresionante patrón en movimiento, que terminó con la forma del contorno de China.
Y los alumnos de Handan, en la provincia de Hebei, crearon un cuadro de 100 metros de largo, imaginando su vida futura.
La fiesta nacional da comienzo a lo que en China se conoce como la semana dorada, que dura del 1 al 7 de octubre. Durante esos días, se ponen en marcha actividades turísticas para ofrecer a los viajeros experiencias culturales, y millones de personas se desplazan por todo el país para conocer lugares nuevos, visitar a sus familias o descansar.
Qué se festeja
Hace 75 años, el 1 de octubre de 1949, el Partido Comunista llegaba al poder en China, poniendo fin a una larga guerra civil, y su líder, Mao Zedong, anunciaba el nacimiento de una nueva nación: la República Popular de China (RPC).
En ese discurso, Mao pronunció su frase icónica: “El pueblo chino se ha puesto en pie”. La connotación fundamental es nacionalista: la nación china, humillada durante décadas en las que estuvo sometida a agresiones exteriores y sufrió numerosas lesiones en su soberanía, iniciaba una nueva etapa, en la que iba a recuperar su soberanía, y poco a poco, superar su debilidad y recuperar también el papel de gran potencia que por su población e historia le correspondía.
Desde ese octubre, 75 años atrás, se pueden identificar cuatro períodos políticos, económicos y sociales bien distinguidos, marcados por la infuencia del nuevo estado.
El primeor, se extienden desde la fundación la República Popular, y hasta 1966, cuando comienza la Revolución Cultural. Es una etapa en las que se sienta las bases del nuevo sistema político y económico del país.
Entre 1966 y 1976: la etapa de la Revolución Cultural, caracterizada por grandes convulsiones internas y por el aislamiento del exterior.
Después un breve período tras la muerte de Mao (en 1976) que sirve para que Deng Xiaoping consolide su poder, en 1978 se inicia la tercera etapa, que es la de la reforma y la apertura al exterior.
La cuarta etapa se inicia en 2012 con la llegada al poder de Xi Jinping. Esta etapa se caracteriza por una política exterior más asertiva, y un cambio en el modelo económico, pasando del modelo que caracterizó las primeras décadas de la reforma (basado en la inversión, las exportaciones y el ahorro), a uno que potencia el consumo, los servicios y el decidido impulso a la tecnología.