Familiares, vecinos, conocidos y amigos de la familia de Lucas González se acercaron a la puerta de la casa del joven en Florencio Varela para dar su apoyo a los padres de la víctima.
Manuel, el tío de la víctima, afirmó que “cada vez nos da más bronca que estos tipos no estén presos, que estén en sus casas mientras nosotros esperamos que nos devuelvan el cuerpo de Lucas”, dijo, acongojado. Los policías Gabriel Isassi, Fabián López y José Nievas efectivamente siguen en libertad, mientras el juez de instrucción Martín Del Viso, a cargo de la causa, espera pericias balísticas para decidir su suerte.
Los cuatro agentes ya designaron un abogado, Alfredo Oliván, habitual defensor de policías imputados, que junto a su socio Martín Calvet Salas encabezará su representación en el expediente que los investiga en el Juzgado de Menores N°4.
“No tiene defensa, ni saben qué decir”, dijo Manuel. “Basta, métanlos presos”, reiteró.
En torno de la humilde casa de Florencio Varela, los amigos de Lucas iniciaron una vigilia silenciosa, con el objetivo de recordar al adolescente y abrazar a sus padres, que aún esperan para sepultar a su hijo. “No nos sorprende que los chicos están acá porque los conocemos”, dijo al respecto Sebastián, otro de los tíos del futbolista. “Esto demuestra lo que era Lucas: un ser de luz, un pibe bueno de familia trabajadora”, afirmó.
“A esta animalada que hicieron no le encuentro explicación”, siguió. “Es gatillo fácil, es una masacre. Los cruzaron y sin mediar palabra ni identificarse lo mataron como perro, por llevar una viserita o por su color de piel”, amplió.
“Lo asesinaron. Venía de entrenar y sacrificarse para tener un futuro”, dijo su tío Manuel. “Esto es doloroso y el camino va a ser largo, pero necesitamos el apoyo de todos y que no nos dejen solos”, pidió, y convocó a una marcha el próximo lunes a las 19:00 en Tribunales, para acompañar a los padres de Lucas y reclamar por justicia.