Tras calificar de “histórica” la sesión en la cual la Cámara de Diputados debatirá la iniciativa, Macha reconoció: “Sabemos que estamos superajustados con los votos pero tratando de lograr la mayoría que necesitamos, no mucho más, y que este proyecto pueda seguir su camino rumbo al Senado”.
“Estamos rechequeando el tema de los votos -agregó la legisladora- Hay un sector muy marcado a favor y en contra, y luego un grupo que va rotando porque está con dudas. Hay muchos diputados que van a votar a favor y están siendo hostigados por redes, y, para una persona no convencida, este apriete puede funcionar”.
Según Macha, “de parte de nuestro bloque, estamos todos dando quórum, y, luego, cada uno vota como le parece” porque “hay una lógica de libertad de conciencia”.
Polledo, diputada que votará en contra del proyecto, señaló: “Están los números, pero hay que ver, porque los pingos se ven en la cancha y en el medio pasan cosas. Deberíamos habernos dado una consulta popular, habría que haber escuchado la voz de la ciudadanía, a mí me hubiera encantando porque estoy segura de que el pueblo argentino en su mayoría no busca esta solución”, dijo.
Para la legisladora de Juntos por el Cambio, el debate sobre el aborto es “un despropósito” que “incita otra vez a la grieta”, y lo calificó como “una discusión que no nos ayuda”.
Según añadió, la interrupción voluntaria del embarazo es un “fenómeno que surge de las grandes ciudades porque en la agenda de las provincias no está el tema del aborto ya que la mujer quiere seguir adelante con su embarazo y tener una familia”.
Consultada sobre la realización de los abortos clandestinos, Polledo respondió que hay que “erradicarlos pero no legalizarlos” y dijo que es “una frustración que el Estado no acompañe a esas chicas por la carencia de educación sexual, sobre todo en un montón de provincias”.
Por otra parte, consideró que “tampoco se persigue a las mujeres con cárcel” y que si bien está “en contra de eso” ya que siempre apoyó “la despenalización, la legalización es otra cosa”.
Los cambios que destrabaron la discusión
Macha recordó que los cambios a la iniciativa para que el texto sea el mismo que trabaje el Senado y no tenga modificaciones; y que se refieren a las menores de 16 años y los casos de las instituciones privadas de salud que tengan en su equipo a todos los médicos como objetores de conciencia.
En este último caso, explicó Macha, “lo que se plantea es que hagan una derivación rápida a otro lugar equivalente, ya que lo que no puede suceder es que una persona quede sin respuesta, y, quien no lo hace, tiene penalidades”.
Sobre los menores de 16 años que solicitan una práctica de aborto, Macha subrayó que “el proyecto remite a lo que dice el artículo 26 del Código Civil, que plantea que si un menor de 16 años se acerca a un centro sanitario y está en riesgo su vida hay que atenderla. Si no es así, luego aparece la cuestión de quién la acompaña”.