América Latina

La cumbre de la CELAC intentará relanzar la integración latinoamericana

Jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se reunirán en Buenos Aires el lunes, con la presencia, entre otros, del brasileño Lula Da Silva y el venezolano Nicolás Maduro. Los objetivos y las discusiones de un organismo que quiere volver con fuerza al escenario global.


El encuentro que convocará a los mandatarios, cancilleres y representantes de los 33 países miembros del mecanismo regional, además de observadores de distintos organismos regionales y multilaterales y sus representantes, comenzará este lunes en Buenos Aires.

La Argentina, a cargo de la presidencia protémpore, busca reforzar a la Celac como un ámbito multilateral para el diálogo global y el encuentro tendrá como plato fuerte la participación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que será el regreso de Brasil al bloque del que había quedado excluido temporalmente por decisión de su antecesor, Jair Bolsonaro.

¿Qué es la CELAC?

Puesto en marcha en 2011, el organismo agrupa a los 33 países de América Latina y el Caribe, y surge con el compromiso de avanzar en el proceso gradual de integración de la región.

Su creación fue una iniciativa del propio Lula da Silva, Hugo Chávez y Cristina Fernández de Kirchner, como un contrapeso a la Organización de Estados Americanos (OEA), que en 2010 había sido cuestionada por su exclusión de Cuba y Venezuela, dos actores regionales de peso.

A su vez, no incluye entre sus miembros a Estados Unidos y Canadá, los países con mayor poder de decisión en OEA.

Celac se presenta como la voz central de la región en temas de consenso, al ser el único interlocutor que puede promover y proyectar América Latina y el Caribe en la discusión de los grandes temas globales. En los últimos años, la impresión se vio reforzada por las Cumbres CELAC-UE, en las que es este organismo y no la OEA, el que conduce las conversaciones y acuerdos con el bloque europeo.

¿Quiénes vienen a la Cumbre?

El encuentro convocará a los mandatarios, cancilleres y representantes de los 33 países miembros del mecanismo regional, además de observadores de distintos organismos regionales y multilaterales y sus representantes.

En total, serán 15 los países que estarán representados por sus presidentes. Además, Costa Rica y El Salvador enviarán a sus vicepresidentes, mientras que otros 13 países enviarán a sus ministros de Relaciones Exteriores.

China y Estados Unidos estará presentes como invitados.

Se espera que el presidente Xi Jinping participe de la Cumbre de manera virtual, mientras que Washington confirmó que la comitiva estadounidense será encabezada por el Asesor Especial del presidente Biden para las Américas, Chris Dodd.

Ausentes con aviso

Tres mandatarios de países miembros no estarán en la Cumbre. Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; y de Nicaragua, Daniel Ortega, no serán de la partida. La peruana Dina Boluarte tampoco dejará Lima. Sus razones son diferentes.

López Obrador, un tradicional aliado de Fernández, no estará presente por cuestiones de agenda.

A último momento el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso decidió asistir a la Cumbre. No estaba prevista su visita por la tensión diplomática que se generó a partir del pedido de asilo político en Argentina de María de los Ángeles Duarte Pesantes, la ex ministra de Rafael Correa condenada por corrupción. Desde el “correísmo” aseguran que se trata de un caso de persecución judicial.

Ortega, por su parte, prefiere evitar los cuestionamientos que varios países, incluso Argentina, le hacen en cada foro internacional respecto a la situación de derechos humanos en Nicaragua.

La existencia de presos políticos y la normativa que prohíbe que capitales extranjeros financien la prensa y las actividades políticas de la oposición nicaragüense fueron fustigadas en otras instancias multilaterales.

Boluarte, por su parte, se enfrenta a una crisis institucional sin precedentes, donde masivas manifestaciones reclaman su renuncia. Su respuesta represiva, que ya causó cerca de 60 muertes, fue repudiada por varios países miembros, que además insisten en el pedido por la liberación de su antecesor, Pedro Castillo, preso arbitrariamente desde su destitución en diciembre.

Lula, el regreso

En su primer viaje internacional desde que el 1 de enero asumió el poder, Lula participará en la Cumbre de la Celac de Buenos Aires con la misión de relanzar este foro internacional que Brasil abandonó en 2020 por orden del Gobierno de Jair Bolsonaro y profundizar su relación con Argentina.

La vuelta del mandatario progresista al bloque regional se enmarca dentro de su promesa de devolver a Brasil a la escena internacional y restaurar los lazos con los países latinoamericanos tras cuatro años de “distanciamiento” bajo la gestión de Bolsonaro.

El mandatario brasilero arribará a territorio argentino el domingo 22 por la noche y será recibido en el aeropuerto por el canciller Santiago Cafiero. El lunes a las 10.30, iniciará sus actividades participando de una ofrenda floral en la Plaza San Martin para luego reunirse con Fernández en Casa Rosada.

Durante el intercambio, se firmará una serie de acuerdos bilaterales con Fernández en materia de Defensa, Salud, Ciencia y Tecnología, Cooperación Antártica y Economía.

Fuentes oficiales aseguran que los acuerdos “no tienen precedentes”, y si bien se trata de un tema a mediano plazo, no se descarta que se avance en la coordinación de una moneda en común para ser utilizada en transacciones específicas, si es que las negociaciones logran concretarse.

La idea de Brasil es extenderla a otros países del Mercosur, para respaldar también al peso y al real para que mantengan su vigencia y su valor. La intención es encontrar mecanismos de compensación para “no estresar las reservas y viabilizar el proceso de importaciones de las empresas argentinas para mantener los niveles de producción”.

¿Cuáles son las principales discusiones del encuentro?

Para Alberto Fernández, que desde 2022 es el Presidente pro tempore, la cumbre se presenta como un espacio para que se lleven adelante las principales discusiones políticas, económicas y sociales de la región.

La agenda de la cumbre de presidentes estará sin duda influenciada por las tensas situaciones que se viven en Perú, el sur de Bolivia y Brasil, a días del ataque de militantes bolsonaristas a las instituciones públicas de la capital.

La agenda de recuperación económica y sanitaria post pandémica será uno de los temas principales, así como también la integración en materia de política ambiental y financiera.

La energía también ocupará un lugar destacado en las discusiones. Dentro del plano en energético, se propone “un nuevo Memorándum de Energía para regular la venta de gas en verano y la compra de energía eléctrica en invierno y la venta de GLP (gas licuado de petróleo)”.

Además, resaltan en el Gobierno las potencialidades en materia de “nuevas energías” y “electromovilidad” a partir de las disponibilidades de litio en Argentina y de níquel en Brasil, y del plafón que genera la complementariedad de las industrias automotrices de ambos países.

También apuntan a “inversiones conjuntas en potasio y plantas de fertilizantes para la soberanía alimentaria regional, como así también minerales de hierro y cobre para nuestras industrias”.

Otras de las metas es instalar a Celac no como mero mecanismo de concertación entre los Presidentes, sino como un sistema de integración que llegue mucho más a las sociedades. En ese sentido, se desarrolla en paralelo la llamada “CELAC Social”, un encuentro de organizaciones sociales y sindicatos de los países miembro, que además movilizará el mismo 24 al hotel donde se hace la Cumbre.

La campaña de la derecha

En los últimos días, Juntos por el Cambio sostuvo un ataque sistemático a la cumbre. Primero, el PRO y el radicalismo lamentaron la presencia de Nicolás Maduro y el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, a quienes calificaron de “dictadores”.

Después, endurecieron aún más las posiciones: Patricia Bullrich redobló la apuesta y pidió que Maduro sea detenido “por haber cometido crímenes de lesa humanidad” cuando venga al país.

“Si Nicolás Maduro viene a la Argentina, debe ser detenido de manera inmediata por haber cometido crímenes de lesa humanidad. Tal como ocurrió con (el ex dictador chileno Augusto) Pinochet en Londres, en 1998”, afirmó la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri, quien agregó: “La Justicia debe actuar en resguardo de la vigencia universal de los derechos humanos”.

Además, la precandidata presidencial se refirió a un pedido de captura vigente contra el venezolano en la justicia estadounidense.

Desde Cancillería sostienen que la denuncia no tiene ningún sustento jurídico, ni podrían prosperar pedidos para impedir el ingreso de los mandatarios o retenerlos en el país.

“Los vuelos oficiales suelen servir como embajadas en el aire en términos de inmunidad”, explicaron las fuentes, aunque aclararon que “todas las oficinas del Estado están siguiendo el tema de cerca, el ministerio de Justicia, Defensa, Relaciones Exteriores y la Procuración”.